viernes, 11 de abril de 2014

M.N.R.: LA REVOLUCIÓN INCONCLUSA



La Guerra del Chaco desencadenada en el gobierno de Salamanca, consumó la última opción de la clase dominante para salir del modelo feudal de desarrollo basado en la explotación de las haciendas agrícolas, el trabajo esclavo de los indios y la explotación artesanal de las minas, y conducir al país por los caminos de la modernidad. 

La juventud que había ido a la guerra, despertaba tardíamente a las ideas sociales que ya habían dado sus primeros frutos en la Gloriosa Revolución de Octubre. Cuando en 1932 se inician las hostilidades con el Paraguay, hacía más de un siglo que Carlos Marx hubo desentrañado los misterios del capitalismo y descubrió que se había iniciado el período de degeneración del capitalismo y con ello, la inevitabilidad, más temprano que tarde, de la insurgencia del socialismo. 

La juventud post Guerra del Chaco, descubría tardíamente que la clase dominante que arrastró al país a la guerra, no podía ya servir de vehículo para el desarrollo del país y que debía ser fatalmente superada. La juventud boliviana, despertaba tardíamente al capitalismo y con ese despertar, el deseo de ajustar definitivamente cuentas con el Estado Feudal Minero, abriendo las puertas a la instituciones democráticas asentadas en las ideas de la Revolución Burguesa, a la que hemos hecho referencia. 

El MNR materializó la segunda gran revolución en la historia de Bolivia, porque echó al basurero de la historia a una clase parasitaria que se consumía en la decrepitud de sus cultura anquilosada, condenando al país a un estado de atraso y miseria sin parangón en América Latina, e introdujo, de una u otra manera, al moderno Estado-Nación inconcluso, aunque con grandes limitaciones. 

Lo que había descubierto la juventud en las arenas del Chaco, estaban mezcladas del romanticismo contenido en las jornadas de la Comuna de París y la propia Revolución francesa que habían, a su turno, abierto el mundo a la modernidad. La Revolución del 9 de Abril de 1952, tenia entonces, dos vertientes: por un lado las ideas de necesidad de iniciar el camino hacia la modernidad bajo la égida de la nueva burguesía y por otro lado, las ideas del socialismo marxista que penetraba también por vía de la importación tardía.

El POR inicia en Bolivia la tesis revolucionaria de la necesidad del socialismo en nuestro país. Fundada en 1935 por José Aguirre Gainsborg y Tristan Marof (Gustavo Navarro) entre otros, propuso desde sus perspectivas, la consumación de la revolución boliviana por la vía de la insurrección popular.

Posteriormente, la fundación del PIR, propone en sus Estatutos Orgánicos, la implantación de un régimen socialista, “pasando por la fase de la Revolución antifeudal y antimperialista que es etapa de transición inevitable dada la estructura semi colonial de nuestro país”, propuesta que como podemos ver, se encuentra contrapuesta a la tesis trotkista de la revolución socialista que, como una de sus etapas, cumpliría las tareas incumplidas (aun) por la naciente burguesía, bajo un programa obrero. 

Todas estas corrientes, la mayor parte de las cuales no alcanzaron a tener un caudal electoral necesario como para acceder al Poder por la vía democrática, por cuanto por otro lado, no alcanzaron a diseñar una estrategia de acceso al Poder que no fuera por las acciones de masas, porque como hemos visto, esta disyuntiva no es uniforme ni siquiera en el POR. La acción política de estas dos organizaciones políticas, contrapuestas por razones ideológicas, se reflejó en las luchas políticas e ideológicas en el seno de los sindicatos obreros y sobre todo, en los sindicatos mineros. Por eso, cuando el MNR, propone desde la Tesis de Ayopaya, la nacionalización de las minas, la reforma agraria, la reforma educacional y el voto universal, estos temas ya habian sido propuestos en algunos documentos políticos, como la Tesis de Pulacayo y los diversos congresos obreros que se llevaron a cabo en el campo de los mineros, es decir, que, al margen de la acción del nacionalismo revolucionario, las corrientes marxistas desarrollaron una labor de educación en las masas de los sindicatos obreros, en la que se discutía ya, como objetivos de clase. 

Lo que ocurrió con el MNR, es que actuó en un momento histórico peculiar en que las masas tenían sus propios objetivos bien definidos y lo único que les faltaba, era la organización del Partido Revolucionario que les permitiera alcanzarlos tanto por la vía de las acciones directas de masas, como por la vía de la democracia formal, según pudiera imponerse la tendencia dominante. Es decir, que cuando el MNR consumó el facto revolucionario, tanto la nacionalización de las minas, como la reforma agraria, el voto universal, eran ya objetivos de clase propuesto por los trabajadores: la revolución educacional, no fue más que una consecuencia de todo ello, porque el MNR, para poder sustituir a la clase dominante minero-feudal, debía atacar también la superestructura del Estado feudal para desplazarla definitivamente. 

El 9 de abril, buscaba sustituir a la feudalidad en el ejercicio del Poder Político, mientras para el movimiento obrero, le Revolución de Abril, era solo un medio para terminar con la clase minero-feudal; pero también dar fin con la burguesía incipiente y su programa nacionalista, a fin de desarrollar su propio programa previsto en los documentos a los que hemos hecho referencia. Por eso, no fue el MNR quien puso las armas en las manos de los obreros y los pobres de La Paz, sino que estos las tomaron en acciones casi espontáneas (porque no había un partido revolucionario), de tal manera que cuando se supieron poseedores de las armas, pensaron en conducir el proceso por sus propios fueros: lo que faltó, fue el Partido revolucionario: ni el PCB de entonces, ni el POR pudieron cumplir con la misión de enamorar a las masas para inducirlas a actuar bajo sus consignas. Si hubiera ocurrido tal cosa, las masas hubieran actuado por su cuenta y no hubiera sido necesario el MNR para consumar el golpe revolucionario y dar fin con la revolución burguesa y asumir la dirección del proceso revolucionario: las tareas de la burguesía, hubieran sido cumplidas por las masas en el Poder y bajo su dirección. 

Cuando el MNR tomó conciencia de la debilidad de las masas o más bien de la debilidad de los programas revolucionarios y la ausencia del Partido revolucionario, arrastró a las masas detrás de sus propias consignas; pero a pesar de eso, era prisionera de los movimientos de masas armadas, las que pudieron imponer sus propias consignas. Si el MNR no se hubiera puesto de rodillas frente al Imperialismo norteamericano, no le hubiera quedado otra alternativa que sucumbir bajo la fuerza de los trabajadores armados y el proceso hubiera iniciado la primera experiencia socialista de América Latina. 

Por eso el 9 de abril de 1952, es una revolución inconclusa. No hubo en los partidos de la izquierda, la suficiente capacidad para arrebatar el MNR el rol de dirección de las masas insurrectas. 1964 es el cierre del nacionalismo en su etapa revolucionaria y se inicia el período reaccionario expresado en la reestructuración barrientista. Años después, como consecuencia de la Guerra del Gas, se repetirá la historia: el pueblo rebasó al Poder formal y a las fuerzas armadas y Goni se vió forzado a fugar. Si hubiera habido un partido revolucionario, ahora estaríamos viviendo, de una u otra forma, un verdadero proceso hacia el socialismo y el MAS, que espectó todo de palco, jamás hubiera llegado a Poder. 

Años después en 1985, el MNR terminaría en el neoliberalismo, de manos del mismo hombre que diera inicio al nacionalismo revolucionario. La clase que despertó a la historia en forma tardía, no tuvo otro remedio que asirse de la cola del imperialismo para sobrevivir de las migajas de los banquetes del neoliberalismo. 

La tarea de construcción del partido revolucionario, es posible que se haya iniciado con la creación del Partido de los Trabajadores: lo que vayamos a hacer en el futuro con esta posibilidad, es responsabilidad de lo que queda de la izquierda marxista y revolucionaria.

Dr.Juan García Barañado
PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA
COMITÉ DE RECONSTRUCCIÓN

No hay comentarios:

Publicar un comentario