- ANTECEDENTES
El modelo
neoliberal impuesto por el MNR el año 1985 había llegado a su agotamiento por
su contenido antipopular, antinacional y proimperialista, y principalmente por
entreguista de nuestras empresas públicas y de los recursos naturales a
favor del sector privado y las transnacionales. El largo proceso de acumulación
de fuerzas en el campo popular frente a los gobiernos neoliberales llegó a su
momento de desenlace en octubre de 2003, con un levantamiento popular en la
ciudad de el Alto, precedido de levantamientos campesinos de Sorata, Warisata,
Achacachi, y finalmente con la incorporación de los sectores populares de
la ciudad de La Paz y de los campesinos
de Rio Abajo.
Fue un levantamiento
popular espontáneo cargado de furia contenida de la resistencia popular
prolongada frente al modelo neoliberal impuesto el año 1985, después de la derrota política del
proletariado minero en el cerco a Calamarca el año 1986 por parte de las
fuerzas armadas y policiales del Estado neoliberal.
Las ONGs y
Fundaciones al servicio de las instituciones financieras del imperialismo, se
sumaron detrás del levantamiento popular con el propósito de impedir un
desemboque revolucionario, propiciando unas salida por la sucesión constitucional
y luego hacia un proceso constituyente para reorganizar el Estado boliviano en
crisis. Las organizaciones y Partidos de la burguesía, desesperadamente también
propiciaron una salida por la sucesión constitucional para que el levantamiento
popular no pueda desembocar en una salida revolucionaria, y de esta manera
preservar el sistema político tradicional (jamás estuvieron de acuerdo con un
proceso constituyente posterior).
El
levantamiento popular no pudo proyectarse hacia objetivos estratégicos de una revolución
social, debido a la ausencia de una dirección revolucionaria capaz de dirigir a
los levantados hacia la toma del poder político estatal. Los dirigentes del
movimiento popular (COB, FSTMB, CGTFB y otros) tampoco supieron aprovechar el
levantamiento popular para impedir una salida constitucional o para proyectarlo
protagónicamente hacia una perspectiva revolucionaria; y lo peor, tampoco
tuvieron la capacidad de aprovechar las
condiciones en los inicios de la gestión del gobierno de Evo Morales, para
desempeñar un rol protagónico, permitiendo que los denominados “movimientos
sociales” asuman un rol protagónico en el llamado “proceso de cambio”.
Los Partidos
clasistas del campo popular (PCB, PCMLM, PT, PS1 en sus distintas fracciones é
incluso el POR), tampoco estuvieron a la altura del ascenso revolucionario de
las masas en el levantamiento popular de octubre 2003, y menos pudieron dirigir
o comandar a los levantados hacia una salida revolucionaria. Tampoco nosotros,
aunque no obstante el año 1985 fuimos los primeros en objetivizar una formación
social diversa, compleja y multiétnica en el país.
Consiguientemente
fue inevitable la sucesión constitucional para preservar el sistema político
tradicional fundada en la democracia liberal burguesa, que luego por la presión
de algunos sectores de los llamados movimientos sociales se orientaría hacia un
proceso de reorganización del Estado
boliviano en crisis, mediante un proceso constituyente, dando lugar a la redacción de una nueva Constitución
Política del Estado, reflejando la correlación de fuerzas políticas de aquella
coyuntura, donde la gran mayoría de los constituyentes respondían a los
acuerdos del denominado “Pacto por la Unidad” (conformado por distintas
organizaciones de los movimientos sociales).
En las
elecciones generales del año 2005, Evo Morales Ayma, candidato a la Presidencia
de la República de Bolivia, por el Movimiento Al Socialismo (MAS) obtuvo el
54 % de los votos; y el 22 de enero de 2006, asumió el ejercicio del
mandato constitucional; el 6 de diciembre de 2009, en las nuevas elecciones
generales, fue reelegido con el 64,22 % de votos y nuevamente
asumió la Presidencia el 22 de enero de 2010; y el 12 de octubre de 2014 en las
elecciones generales, volvió a obtener el triunfo electoral por otro periodo
constitucional hasta el 22 de enero de 2020. En estos procesos electorales, El
MAS, demostró su capacidad de aglutinamiento de los movimientos sociales
articulados en el CONALCAM, como base social,
cuya capacidad de convocatoria y organización alcanzó niveles
extraordinarios de movilización.
En el primer periodo constitucional, Evo
Morales Ayma, hizo posible la realización de la Asamblea Constituyente que
redactó la actual Constitución Política del Estado que luego
entró en vigencia el 7 de febrero de 2009, previa las modificaciones exigidas
por los partidos de la burguesía en la ciudad de Oruro, donde el MAS hizo
concesiones políticas que luego en el Congreso Nacional fueron incorporadas en
el nuevo texto constitucional, al margen de la voluntad soberana de la mayoría
de los Constituyentes.
La nueva
Constitución Política del Estado, dio inicio al proceso de reorganización del
Estado boliviano en crisis, estableciendo nuevas formas de relaciones entre los
elementos constitutivos del Estado (gobierno, territorio y población, a partir
de una visión culturalista), diseñando una nueva estructura de organización
político administrativa territorial sobre la base del régimen de autonomías y
descentralización, la pluralidad, el pluralismo político, económico, jurídico,
cultural y lingüístico; y fundamentalmente el reconocimiento de la
preexistencia y la libre determinación de los pueblos y naciones
indígenas originarios; los derechos, reivindicaciones, principios y valores,
conocimientos y saberes ancestrales; el derecho a la autonomía y al
autogobierno y al reconocimiento de sus instituciones y entidades
territoriales; el reconocimiento como idiomas oficiales de los pueblos y
naciones indígena originario campesinos.
Con relación
al sistema de gobierno, se incorporó después de la democracia representativa (que siempre
estuvo vigente), la democracia participativa (por medio del referendo, la
iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de mandato, la asamblea, el
cabildo y la consulta previa. Las asambleas y cabildos con carácter
deliberativo) y la democracia comunitaria (por medio de la elección,
designación o nominación de autoridades y representantes por normas y
procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos,
entre otros) con equivalencia entre hombres y mujeres.
Estos
cambios, son de carácter superestructural,
habida cuenta que se mantienen intactas las relaciones de producción
capitalista en la base de la sociedad, por lo que el modo de producción capitalista
es el que continúa siendo el principal y el predominante, subordinando la
articulación de otras relaciones de producción de carácter precapitalista. Estas
relaciones sociales de producción fueron constitucionalizadas como modelo
de economía plural del Estado Plurinacional.
- CARACTERIZACION DEL GOBIERNO DEL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO
El carácter y
naturaleza de clase del gobierno del MAS y los intereses de clase o grupos
sociales a los cuales representa, es importante en la presente coyuntura
para definir la posición política partidaria y la táctica a seguir para
orientar la línea política de los trabajadores y de nuestro pueblo.
El gobierno
del MAS, por su composición de clase, expresa los intereses de los campesinos
propietarios de tierra (campesinos parcelarios, campesinos comunitarios,
campesinos productores de la hoja de coca) de los cooperativistas mineros, de los pequeños empresarios y microempresarios,
cuyos intereses de clase, dentro del
sistema capitalista dependiente y atrasado de nuestro país, se conjugan con los intereses de clase de la
burguesía agroindustrial y terrateniente del oriente del país, de la
burguesía importadora y exportadora, de la burguesía financiera bancaria, y
desde luego con los intereses del capital financiero internacional. Habrá que
afirmar categóricamente que el D.S. 21060 sobre el modelo neoliberal, no fue
abrogado por el gobierno del MAS, con excepción de aquellas normas relacionadas
a la inamovilidad laboral que fueron derogadas.
Los
trabajadores y sus organizaciones políticas y sindicales clasistas, los
campesinos pobres, los campesinos sin tierra, y elementos de la clase media
empobrecida del campo y de las ciudades, y los intelectuales comprometidos con
la lucha clasista y revolucionaria, no forman parte en la composición del
gobierno del MAS, con excepción de algunas individualidades provenientes de
dichas organizaciones que ocupan espacios en el aparato de la administración
pública, sin que su presencia en el
gobierno obedezca a una participación orgánica y política de las
organizaciones partidarias clasistas a las que pertenecen o militan.
Sin embargo,
Evo Morales, por su condición de campesino y líder de los campesinos cocaleros,
como consecuencia de la política entreguista y saqueadora de nuestros recursos
naturales y la corrupción “institucionalizada”
por parte de los anteriores gobiernos neoliberales, se constituyó en un
referente de respaldo popular abrumadoramente mayoritario, lo que le permitió
su reelección como Pdte. Constitucional. Actualmente, se encuentra en
preparativos para su nueva reelección a la Presidencia del Estado Plurinacional,
con el respaldo de las organizaciones de los denominados movimientos sociales que conforman el CONALCAM,
una organización de carácter corporativo sindical.
El gobierno
del MAS, dice gobernar en nombre del pueblo, el cual estaría representado por
los movimientos sociales del CONALCAM,
aunque en rigor a la verdad estos no ejercen funciones de gobierno y
menos pueden ser parte constitutivo de verdaderos órganos de poder popular,
sino simples grupos de presión para apoyar o respaldar al gobierno. El gobierno
lleva adelante la reorganización del Estado, con el apoyo de CONALCAM como base
social o sujeto pueblo (así lo entiende el MAS) y bajo un discurso de
indigenismo. En suma, es un gobierno populista, por lo que, para que se adecue al
carácter de un verdadero gobierno revolucionario, es todavía una aspiración o
un buen deseo para transformar la reorganización estatal en un proceso
revolucionario.
- LA REORGANIZACION DEL ESTADO O “REVOLUCION DEMOCRATICO CULTURAL”
El gobierno
del MAS lleva adelante el proceso de reorganización
del Estado boliviano en crisis, efectuando cambios y transformaciones de gran
relevancia esencialmente cultural en la superestructura de nuestra sociedad,
reconociendo constitucionalmente los derechos, reivindicaciones, principios y
valores, conocimientos y saberes ancestrales y otros en beneficio de los
llamados pueblos y naciones indígena
originario campesinos.
Sin duda
alguna, estos cambios son de carácter democrático, no revisten cambios de
carácter estructural en la base económica de la sociedad, son tareas
democráticas pendientes que la burguesía en sus diferentes facciones y en diferentes épocas, jamás pudo realizarlas
por falta de idoneidad política.
Fueron incapaces de conocer objetivamente la compleja
y diversa formación económica de nuestro país. El denominado proceso de cambio
o revolución democrático cultural, es en realidad un proceso de reorganización estatal, donde el gobierno del
MAS cumple con las tareas democráticas a partir de una visión
cultural de gran trascendencia histórica a favor de los pueblos y naciones
oprimidas, o como se dice, de los
pueblos indígenas originario campesino.
Desde el seno
mismo del gobierno del MAS y desde los llamados movimientos sociales, se
propusieron de manera recurrente, la
profundización del “proceso de cambio”.
Sin embargo, ello no es posible por las limitaciones políticas e ideológicas
propias del carácter y naturaleza de la composición de clase del gobierno, a
menos que desde la lucha organizada y unitaria de los trabajadores y de nuestro
pueblo, se impulse al gobierno para transformar el proceso de reorganización
estatal en un verdadero proceso revolucionario que permita avizorar y avanzar
hacia los objetivos estratégicos de una verdadera revolución democrática,
popular y antiimperialista, sobre la base de un programa mínimo de transición.
Ningún
partido u organización del campo popular, está en condiciones de orientar, organizar
y conducir a las masas populares hacia
un verdadero proceso democrático y revolucionario, por carecer de suficiente
idoneidad política para pasar de la oposición democrática al gobierno del MAS,
hacia una posición protagónica para forjar un proyecto político de un nuevo
modelo de Estado democrático, popular y antimperialista. También es cierto que
ello se ve dificultada, por que el gobierno del MAS en el proceso de
reorganización estatal se apropió del discurso antiimperialista y
revolucionario de los partidos y organizaciones clasistas del campo popular
para mantener el respaldo popular, al
grado que se considera socialista y hasta comunista. Estas son las limitaciones
y dificultades para construir dicho proyecto político alternativo.
El gobierno
del MAS aún mantiene su base social constituido principalmente por los
cocaleros del Chapare y de los integrantes de los llamados movimiento
sociales (CONALCAM y el PACTO POR LA UNIDAD). Debemos admitir que se han dado
serias fracturas entre los cocaleros de los Yungas é Inquisivi, entre los
campesinos de Achacachi y los indígenas del TIPNIS, aunque por todo ello no se
puede asegurar de que se haya afectado considerablemente la imagen de Evo
Morales, por cuanto su condición de “líder indígena”, está lejos de sufrir una
erosión significativa como para impedir la reelección de Evo Morales a la
Presidencia del gobierno del Estado Plurinacional, por lo menos dadas las
condiciones de la lucha política en esta
coyuntura política.
- LA DIVERSIFICACION DE LA ECONOMIA SIGUE SIENDO UN DESAFIO PARA EL MAS
La estructura
económica de nuestra sociedad que descansa en las relaciones de producción de
carácter capitalista, todavía se basa fundamentalmente en la extracción
de recursos naturales estratégicos no renovables para su exportación. El
gobierno del MAS, a pesar de sus intentos, aún tiene serias dificultades para planificar,
organizar, dirigir, controlar y coordinar políticas destinadas a la
materialización de la cadena productiva en la explotación de dichos recursos.
Por eso consideramos
que los buenos ingresos económicos por concepto de la exportación de nuestra
materia prima, no fueron debidamente orientados hacia la industrialización de
dichos recursos en dirección hacia una
economía diversificada en el país. Ello en ningún modo significa renunciar a la
extracción de nuestros recursos naturales, como pretenden algunas ONGs y
Fundaciones conservadoras que no comprenden que para industrializarlos,
previamente se debe extraer los mismos para beneficiar a todos los bolivianos.
La
improvisación de proyectos de inversiones destinadas a la industrialización,
han dado lugar al fracaso de la mayoría de ellos. El desafío para el gobierno
del MAS sigue siendo la diversificación de la economía sobre la base de la industrialización
de los recursos naturales estratégicos no
renovables en toda la cadena productiva,
bajo una planificación centralizada por parte del Estado, cuyos efectos
multiplicadores irían en provecho del desarrollo nacional y mejora de las condiciones
de vida material y espiritual de los trabajadores y de nuestro pueblo.
En
lo que hace a la política de apoyo al desarrollo minero,
el mandato constitucional establece la
coexistencia de las actividades económicas a partir de la economía plural, que
esta explicada por las actividades de la gran empresa, la mediana empresa, la
empresa chica, la microempresa, la economía comunitaria y el desarrollo de las
actividades en el marco del cooperativismo, expresado este como modelo de
organización social cooperativa sin fines de lucro. La explotación minera es
realizada principalmente a través de la pequeña, mediana y gran empresa minera;
la manera poco regular se tiene una marcada explotación minera a través de las
sociedades cooperativas mineras, como elemento que beneficia a una estructura
de explotación minera no funcional al cumplimiento de los derechos sociales y
tributarios, así como de cumplimiento de los principios y costumbres de la
economía comunitaria campesina. Es importante establecer que es de mayor
interés la centralización en las instituciones estatales públicas de las
actividades de los procesos más importantes de la cadena productiva minera: la
prospección minera, la explotación el acopio, el procesamiento el transporte y
de exportación de minerales, por lo que es imperativo el desarrollo e
implantación de una política agresiva de apoyo a la minería boliviana.
Existen
notorias señales del gobierno del MAS para dirigir el sector económico estratégico
del Estado, aunque resultan siendo insuficientes los esfuerzos desplegados. La
recuperación del ENAF, ENTEL y otros, son ejemplos materiales de estos
esfuerzos, que no prosiguieron con la nacionalización de San Cristóbal, Sinchi
Wayra y otros, que bien podrían ser la base de una COMIBOL reestructurada con
criterios gerenciales y científicos protagónicos en toda la cadena productiva.
No se puede soslayar la readecuación contractual con las empresas
transnacionales que continúan operando en la explotación de los recursos
hidrocarburíferos, donde las nuevas
reglas del juego permitieron altos ingresos económicos al Tesoro General del Estado
Plurinacional, lo que a su vez permitió su distribución y redistribución en los
diferentes niveles de la administración pública, universidades públicas, y mediante bonos Juancito Pinto y etc.
Remitiéndonos
a los mismos datos oficiales, es de conocimiento público que diferentes
facciones de la burguesía de nuestro país, se beneficiaron con el modelo de
economía plural (el modelo neoliberal no fue abrogado) obteniendo altas utilidades, principalmente la gran
beneficiaria es la burguesía financiera
bancaria y la burguesía agroindustrial y terrateniente del oriente boliviano. Y
por cierto, es innegable la emergencia de una nueva oligarquía.
En
el pasado la Ley INRA fue impuesta por los gobiernos neoliberales con la
oposición y resistencia del movimiento campesino, el cual continua en vigencia
y fue reconducido por el gobierno del MAS, sin haberse resuelto la cuestión
agraria en el país, donde uno de los problemas como es el minifundio y el latifundio continua siendo
una realidad que denota el atraso en el campo y la existencia todavía de
relaciones de producción de carácter precapitalista, y por tanto, no permite
todavía el desarrollo de la producción diversificada a gran escala de acuerdo a
una planificación centralizada por parte del Estado.
El
régimen tributario en actual vigencia, continúa siendo el neoliberal, cuya
eficacia, eficiencia y efectividad se descarga principalmente en contra de los
intereses de los pequeños empresarios, microempresarios y pequeños
contribuyentes. El Estado Plurinacional acentuó una política de contenido
neoliberal en contra de estos sectores de contribuyentes, y en el peor de los casos, se soslaya el cumplimiento
del principio de la universalidad tributaria
para beneficiar a sectores que realizan actividades económicas como una
forma de privilegio y trato especial.
Por
lo demás, la burocracia de la administración pública del Estado Plurinacional
experimentó un inusitado crecimiento con la creación de Ministerios,
Viceministerios y demás Direcciones administrativas, que en los hechos dispersa
y desvirtúa la eficiencia en la prestación de los servicios al público. La
idoneidad, los méritos y la competencia técnica y profesional para el ejercicio de la función pública no son
asumidas plenamente por el gobierno del MAS, lo que se traduce en la
mediocridad, ineficiencia, incompetencia, prebenda y corrupción.
- LA CORRUPCION Y NEGOCIADOS PUBLICOS
Las denuncias
de corrupción y negociados en la administración pública en todos sus niveles y
grados, son de conocimiento público. Estas no disminuyen, lo que significa que
se viene acentuando la descomposición ético-moral de quienes dicen ser
militantes o invitados del MAS, no obstante la consagración de los principios y
valores proclamados en la misma Constitución Política del Estado Plurinacional
(ama sua, ama kella y ama llulla). Este es el lado más delicado del gobierno
del MAS, aunque el mismo Pdte., en forma pública manifestó que se debe combatir
la corrupción “caiga quien caiga”.
Desde la
reorganización del Estado boliviano, fueron sancionados y emitidos varios
instrumentos legales para luchar contra la corrupción. Al parecer no basta
tener buenas leyes, sino la firme voluntad política para combatir estos males
de la sociedad capitalista.
Estamos
convencidos que desde el MAS, no existe las instancias de control suficiente,
necesario y riguroso sobre los militantes o invitados que ejercen la
función pública. Este es el alto precio que el gobierno del MAS está pagando
por haberse negado desde una concepción posmoderna la necesidad histórica de un
Partido clasista organizado, disciplinado y con control de cuadros bien
probados, sobre la base de sólidos principios ético morales, ideológicos,
políticos y revolucionarios. La concepción posmoderna, al negar la necesidad del
Partido, también niega la lucha de clases y la necesidad de una revolución, por
considerarlos viejos relatos superados por la subjetividad de las
individualidades que conforman las multitudes (movimientos sociales)
- LOS TRABAJADORES TIENEN IDEOLOGIA, NO ES CORRECTO QUE SEAN INDEPENDIENTES IDEOLOGICAMENTE.
El gobierno, concibió
una política sindical de carácter corporativo mediante el CONALCAM, y siguió
una conducta de cooptación de dirigentes sindicales por la vía de la coacción y
el consenso (muy superficialmente) para construir su hegemonía política sobre
las organizaciones sindicales de los trabajadores. La cooptación de los
dirigentes de la COB, al menos tuvo esas características, que desde luego, de
acuerdo a las circunstancias de la lucha política no iba a asegurar la lealtad
incondicional hacia el gobierno del MAS. Eso explica el porqué del alejamiento
de los actuales ejecutivos de la COB y otros dirigentes.
La existencia
de pugnas entre dirigentes oficialistas y no oficialistas, los enfrentamientos
en las direcciones sindicales de los trabajadores y en las sedes sindicales
(como en el caso de la Federación de Fabriles de La Paz) demuestra que el
gobierno no está dispuesto a renunciar el control de los sindicatos. Los
trabajadores tampoco están dispuestos a aceptar una subordinación
incondicional, cuando ni siquiera están dispuestos a renunciar a la lucha por
sus derechos y reivindicaciones socioeconómicas (por ej: una jubilación digna
con aporte tripartito patronal, laboral y estatal).
Hay que
reconocer la falta de trabajo político ideológico y orgánico de los partidos clasistas
y revolucionarios en el campo popular, principalmente entre los trabajadores o las organizaciones
sindicales de los trabajadores, ya sea en la formación de cuadros sindicales
revolucionarios. La ideología de los trabajadores es marxista leninista, en
tanto que la ideología del gobierno es indigenista, por más que se proclame ser
socialista o comunista.
La
independencia ideológica de los trabajadores no existe, no es concebible que no
tengan ideología, pues los tienen, una cosa muy diferente es que los
trabajadores por su carácter y naturaleza de clase no pueden ser indigenistas,
indianistas, socialdemócratas, nacionalistas etc., y no pueden subordinarse a estas.
- DESPLAZAMIENTO DE LA BURGUESIA AGROINDUSTRIAL Y TERRATENIENTE DEL ORIENTE BOLIVIANO
La asunción
de Evo Morales a la Presidencia, significó también el desplazamiento de la
burguesía agroindustrial y terrateniente del ejercicio del poder político
estatal, que desde la época de la dictadura banzerista lo detentaron de manera
ininterrumpida, hasta en los gobiernos neoliberales. Esta burguesía es la
más reaccionaria y anticomunista, que recurrió
a la violencia reaccionaria para oponerse al ejercicio de la Presidencia de Evo
Morales, y a los cambios en la superestructura de la sociedad (descolonización,
según el gobierno). Así lo demostró en el intento del “golpe cívico
prefectural” o de la “media luna”, donde las huestes fascistas de la Unión
Juvenil Cruceñista en el año 2008 fueron el grupo de choque con claros afanes
separatistas y de mutilación de nuestro territorio nacional, para crear un estadillo de corte fascista con
el respaldo de imperialismo yanqui. Posteriormente, si bien fracaso el
levantamiento fascista en Santa Cruz, esta burguesía “pragmáticamente” tuvo que
someterse al gobierno del MAS, en tanto que la Unión Juvenil Cruceñista también
se incorporó públicamente a las filas del masismo.
El Partido
Demócrata Cristiano, Unidad Nacional, Sol.Bo, el MNR, la ADN, el MIR y otros
enemigos de los trabajadores y de nuestro pueblo, son la expresión visible de
una derecha que representa los intereses de las otras facciones de la burguesía
industrial, financiera bancaria y burocrática. Sin embargo, es incapaz de
articular una alternativa real de alternativa política antinacional,
antipopular y proimperialista, y tampoco tienen la capacidad política de
construir un proyecto político estatal y un liderazgo desde el campo
reaccionario. Acarician el sueño de retornar al pasado neoliberal y saqueador
de nuestros recursos naturales, así como para desarrollar una política
ultraneoliberal, antipopular y contrario a los intereses del país, de los
trabajadores y de todo el pueblo
boliviano.
Esta misma
derecha, es la que organizó el 35 aniversario de la recuperación de la
Democracia el pasado 10 de octubre casi en todo el país, habiendo logrado
arrastrar a algunas organizaciones de una izquierda desesperada, extraviada y
personalidades dizque contestatarias al gobierno, sin tener el menor reparo
frente a los organizadores de aquella concentración en la ciudad de La Pa,
enemigos de la Democracia en el pasado y ahora paradójicamente conversos en grandes
defensores de la Democracia.
- DESDE EL CAMPO POPULAR, OTRAS ORGANIZACIONES
El MAS desde que
asumió el gobierno, adoptó una posición contraria al marxismo leninismo,
propiciando la reorganización estatal en la superestructura de la sociedad con
un discurso esencialmente culturalista, aunque luego se encubrió de un discurso
“revolucionario” declarándose marxistas leninistas y hasta cheguevaristas. El
Vicepresidente fue más lejos, citando en sus discursos a algunos maestros de la
Revolución Proletaria mundial, aunque claro está, desde una comprensión
posmoderna, culturalista y heterodoxa. Sin embargo, no podemos negar que el
gobierno de Evo Morales, materialmente a nivel internacional ocupa una
trinchera antiimperialista, principalmente en contra del imperialismo yanqui,
en contra el sionismo y en contra de
toda la reacción mundial.
La derecha
más reaccionaria, está convencida que el gobierno de Evo Morales, es
socialista, comunista, marxista, castrocomunista y etc.; y lo más grave es que
también están convencidos algunos sectores sociales de clase media atrasados
políticamente, las que podrían en algún momento servir como la base social de un proyecto político
antinacional, antipopular, y peligrosamente
anticomunista.
Las
organizaciones y partidos políticos marxistas y varias tendencia troskistas,
naturalmente no están convencidos de que el gobierno de Evo Morales, sea
revolucionario, socialista y comunista, por lo que desde un principio asumieron
una posición de crítica al gobierno. Algunos desarrollaron esfuerzos para
articular una alternativa popular, democrática y revolucionario desde el campo
popular, prueba de ello es la constitución del Partido de los Trabajadores
y otros intentos frustrados. No obstante, no están en condiciones para
lograr la unidad, no pueden superar las practicas sectarias, reduccionistas,
vanguardistas, dogmáticas y hasta
fraccionalistas, lo que no les permiten avanzar y allanar el camino hacia
objetivos clasistas y revolucionarios.
Algunas
organizaciones de indigenistas e
indianistas que no forman parte del gobierno del MAS, también han asumido una
posición de crítica sobre la base de un discurso de exacerbación
ultraculturalista que hace énfasis de manera vertical y excluyente en la
interculturalidad, intraculturalidad, multiculturalidad, colonialidad,
decolonialidad, descolonización, y etc. No se puede dudar que estas
organizaciones, en su mayoría son
dependientes e influenciadas por las ONGs y Fundaciones (Konrad
Adenauer, USAID, cooperación internacional y etc.) cuyas actividades están
financiadas con gran despliegue económico en las investigaciones, ediciones y
publicaciones de contenido posmoderno, culturalista y heterodoxo. Los
intelectuales de la pequeñaburguesia del mundo occidental, juegan un papel
importante al servicio de estas ONGs y Fundaciones, que en realidad son
verdaderas instituciones financieras del imperialismo. En el fondo esencialmente
son de radicalidad anticomunista y eufemísticamente antimperialistas, por tanto
son funcionalistas del sistema capitalista porque niegan la lucha de clases,
niegan la revolución, niegan el socialismo científico y acentúan las
diferencias entre los pueblos y naciones oprimidas del tercer mundo para
debilitarlas en la lucha contra el imperialismo.
Nosotros,
luchamos por la emancipación social de los trabajadores y por sus objetivos
estratégicos, luchamos en contra de
todas las formas de opresión de los pueblos y naciones oprimidas de nuestro
país, por su derecho a la libre
autodeterminación, que no es lo mismo que el derecho a la libre determinación.
- LA JUVENTUD ENTRE LA PASIVIDAD, CONFORMISMO Y RESIGNACION
La juventud
antes comprometida protagónicamente con la lucha popular, democrática,
revolucionaria, antifascista y antimperialista, hoy se encuentra en situación
de pasividad, conformismo, resignación e indiferencia frente al actual proceso de
reorganización estatal. Sucede lo mismo frente a la lucha de los trabajadores,
de los pueblos y naciones oprimidas del mundo. Ello obedece a muchos factores
internos y externos, y fundamentalmente al discurso posmoderno, culturalista y
heterodoxo propalado desde las ONGs y Fundaciones dependientes de las
instituciones financieras del imperialismo, induciendo a la juventud a la abstracción de la realidad
social objetiva, al conformismo, a la resignación y a la docilidad frente
al sistema capitalista porque
supuestamente se la podría convertir en más humano. El propósito es convencer a
la juventud de la inexistencia de la lucha de clases y que es posible la complementariedad con el otro (el enemigo de
clase), y de la inutilidad de la lucha antimperialista. Buscan extirpar de la
mente de la juventud, su potencialidad de rebeldía y la necesidad de la
revolución y la toma del poder político por las masas populares, porque al
decir de los posmodernos, culturalistas y heterodoxos, serian cosas del pasado
o viejos relatos superados por los
nuevos paradigmas y epístemes etc. etc.
Las
organizaciones clasistas del campo popular, abandonaron la educación y
politización de la juventud. Algunos jóvenes se organizaron detrás
de la cobertura oficial del gobierno del MAS, como la “Columna Sur” (dizque
marxistas leninistas), la “Generación Evo”, y otros no de tanta relevancia, los
que se limitan al apoyo incondicional al “proceso revolucionario” y otras actividades como la “escuela de formación
política” (de contenido marxista y con fuerte influencia de pensamiento posmoderno y
heterodoxo). En realidad serian destacamentos juveniles del MAS que están
convencidos de que en el país vivimos un gran proceso revolucionario, que se
está construyendo el socialismo comunitario y etc. Empero, carecen de claridad
y audacia para asumir una lucha interna y frontal contra la corrupción en la
administración pública y menos lo hacen por la profundización o transformación
del actual proceso de reorganización del Estado hacia un verdadero proceso
revolucionario.
La otrora,
gloriosa y poderosa Juventud Comunista de Bolivia, cantera revolucionaria
donde en el pasado muchos comunistas se templaron con la ideología
marxista leninista, hoy no tiene influencia alguna en el movimiento estudiantil
de secundaria ni universitaria, prueba de ello es que los Centros de
Estudiantes u organizaciones estudiantiles y universitarias, se encuentran bajo
control de elementos oportunistas, prebendales, mediocres, y serviles a
cualquier autoridad académica de turno, careciendo de toda perspectiva de
compromiso de lucha junto a su pueblo, en la lucha por sus propias
reivindicaciones, y fundamentalmente en la lucha por la transformación del
actual proceso en un verdadero proceso revolucionario.
Sin embargo,
en la concentración del 35 Aniversario por la recuperación de la Democracia en
la Plaza San Francisco, se pudo observar la presencia numerosa de
la juventud que fue ganada por la oposición reaccionaria, aunque no faltaron
algunos desubicados de filiación “izquierdista” y “revolucionaria” que
marcharon y se concentraron junto a la oposición reaccionaria, que en otrora
fue progolpista, ultra neoliberal y enemigo de la Democracia (siempre lo serán).
El MAS,
carece de una línea definida respecto al movimiento universitario, casi en todo
el sistema de universidades públicas, respalda a elementos oportunistas,
academicistas, mediocres, incompetentes, prebendales y descalificados del
movimientismo y de otros partidos neoliberales que controlan cargos académicos,
e implementan la mutilación o depuración de los planes de estudio de contenido
marxista o crítico (de lo poco que quedaba), y en el peor de los casos, se
dedican a relativizar la ciencia, para darle la connotación posmoderna,
subjetivista y culturalista. Lo peor es que lo hacen bajo la sombra del MAS, o
con el apoyo incondicional de tal o cual sector de este. Cuando el Pdte.
Morales califica de “centros de perversión” a las universidades públicas, habrá
que entender o debe entenderse que se está refiriendo a estas autoridades y
dirigentes estudiantiles , que se hacen de la vista gorda sobre el despilfarro
de los “aportes voluntarios” de los estudiantes y recursos económicos universitarios en gastos insulsos de viajes
de turismo al exterior y al interior, disfrutes en hoteles lujosos para
realizar tal o cual evento dizque académico.(Luego piden incremento de
presupuesto universitrario).
Los
postulados de la Revolución Universitaria de Córdova y de la Revolución
Universitaria de 1970, fueron proscritos en la práctica por las autoridades
académicas (aunque constitucionalmente se reconozca la Autonomía Universitaria)
porque ésta ya no se encuentra al servicio de la ciencia y la cultura, ya no
responde a los intereses de la universidad pública, de los trabajadores y de
nuestro pueblo, y porque además se abandonó la trinchera de la lucha
antimperialista. Del mismo modo los Centros de Estudiantes, las FULes y la
misma CUB (bajo el control del MAS) se han convertido en simples correlatos y
serviles de aquellas autoridades académicas (también masistas y cuasimasistas,
en muchos militantes de partidos neoliberales). De esta manera la Autonomía Universitaria y el
cogobierno docente estudiantil ya no responden a los verdaderos propósitos para
los cuales fueron instituidos, de tal forma que se hace imperativo una segunda
revolución universitaria y la eliminación del voto ponderado docente, cuya
esencia debe radicar fundamentalmente en que las instancias del cogobierno
docente estudiantil estén conformados por consejeros docentes y estudiantiles
elegidos en claustros universitarios, en los cuales no deben ser parte las autoridades
académicas (porque éstas no pueden ser juez y parte en dichas instancias por su
condición de autoridades ejecutivas, porque ello les permite manipular y
controlar a los consejeros estudiantiles como sucede hoy). La autonomía
universitaria se ha convertido en un instrumento al servicio de aquellas
autoridades académicas, de las roscas y camarillas reaccionarias, de los
masones y corruptos que malgastan los recursos económicos y aportes voluntarios
de los estudiantes, con cualquier pretexto, en viajes placenteros de turismo
por el mundo entero, disfrutando de lujosos hoteles, banquetes y etc.
La
juventud en general, carece de referentes de liderazgo con firme convicción revolucionaria, verdaderos
comunistas, capaces de organizar y dirigir a los jóvenes estudiantes,
jóvenes trabajadores, jóvenes desempleados, jóvenes pobres del campo y de las
ciudades. Consiguientemente no existen movimientos de juventudes de contenido
popular, democrático y antiimperialista, sino reducidos grupos de supuestos “marxistas
leninistas” o “falsos comunistas” que demagógicamente y de manera oportunista enarbolan
el marxismo leninismo, del Che Guevara y de otros líderes y mártires
revolucionarios del proletariado nacional e internacional.
Contrariamente,
la oposición reaccionaria, dada la coyuntura actual, tiene iniciativa
política y recursos económicos para organizar a los jóvenes pasivos,
indiferentes, resignados y nomeimportistas, “apolíticos”, elementos del lumpen
y etc. detrás de consignas de apariencia democrática (cuando siempre fueron
enemigos de la democracia, de los trabajadores y de nuestro pueblo). En realidad se esfuerzan en constituir una base
social para sus objetivos reaccionarios al servicio del imperialismo yanqui,
principalmente.
- NUESTRA POSICION PARTIDARIA
Nuestra
posición es contestaría al gobierno del MAS, de lucha resuelta contra los actos
de corrupción y de negociados públicos, de rechazo a las medidas de carácter antipopular
y antitrabajador, pero a la vez también propositiva, porque la coyuntura
política actual, define que nuestra lucha debe ser de carácter democrático y popular
para la consolidación de los derechos, principios y valores de las pueblos y
naciones oprimidas; por la defensa de las conquistas sociales y mejores
condiciones de vida para los trabajadores pasivos y activos; la lucha
intransigente por las reivindicaciones nacionales, sociales, económicas y
políticas de los trabajadores y de nuestro pueblo hacia una perspectiva
revolucionaria de profundos cambios y transformaciones estructurales, que
supere cualitativamente los límites de los cambios y transformaciones de carácter
culturalista en la superestructura de nuestra sociedad, que por cierto
benefició a los pueblos y naciones oprimidas de nuestro país, postergados por
un sistema de sociedad, discriminador, excluyente, segregador y racista.
Asimismo, en
cuanto al antiimperialismo del MAS en su
peculiar estilo, consideramos que inobjetablemente ocupa una trinchera antiimperialista a nivel
internacional, por lo que nuestra posición antiimperialista coincidente no solo
es contestarlo, sino que somos antiimperialistas e internacionalistas consecuentes en el mejor sentido de la
lucha clasista y revolucionario en
contra de la burguesía y la reacción internacional, principalmente contra el
imperialismo yanqui, el sionismo y el terrorismo internacional.
Consideramos
fundamental generar unitariamente, sin sectarismos y dogmas, sin visiones
deterministas y reduccionistas las condiciones propicias para que las masas
populares y las organizaciones clasistas del campo popular, luchemos unitariamente
junto a otras organizaciones y fuerzas del campo popular por la materialización
de un programa mínimo de transición o profundización del actual proceso reorganización
del estado, hacia un verdadero proceso revolucionario de contenido clasista,
democrático, popular, antiimperialista y revolucionaria, hacia la perspectiva
del resplandeciente socialismo
científico.
La Paz 17 de
noviembre de 2017
Comisión Política
Partido
Comunista de Bolivia (R)
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