Centenas de miles de brasileños, en
su gran mayoría jóvenes, están en las calles exigiendo la reducción de las
absurdas tarifas de los autobuses y de los pases libres. El transporte público
en nuestro país es de pésima calidad a pesar de ser uno de los más caros del
mundo. El resultado de esta situación es que 37 millones de brasileños son
obligados a caminar por no tener dinero para pagar un pasaje.
Esto ocurre porque el transporte
público fue privatizado. En todas las grandes ciudades un reducido número
familias ricas son dueñas de las empresas de autobuses. Los gobernantes reciben
propinas de esos empresarios y, a cambio, aumentan los precios de los pasajes
anualmente, muchas veces por encima de la inflación, abandonando a la población
a la voracidad de esos tiburones. Esta minoría, a más de tener supe ganancias
con los pasajes caros, recibe subsidios de las prefecturas y gobiernos. Por
eso, la solución es la estatización del transporte público.
El pueblo también sufre con el
desmantelamiento del Sistema Único de Salud (SUS) con la multitud de planes,
con los profesores recibiendo bajos salarios y una educación que está siendo
transformada en mercancía.
En el campo, los monopolios roban
las tierras a los pueblos indígenas y campesinos para exportar soya, en tanto
faltan alimentos en la mesa de los trabajadores. No suficiente con eso, nuestro
petróleo está siendo subastado por las multinacionales a cambios de migajas.
Cuando el pueblo va a las calles a
exigir sus derechos, los gobiernos dicen que hay fondos y envían batallones de
choque a lanzar bombas y a disparar a los manifestantes
Mientras tanto para atender los
intereses de la FIFA el gobierno federal gasto millones para construir y
reformar estadios. Además, usa dineros públicos para pagar los intereses de
deuda, enriqueciendo a los especuladores y para garantizar los subsidios a los
fabricantes de automóviles y para rescatar a los bancos en quiebra, como el
banco Panamericano propiedad del millonario Silvio Santos, o la empresa
OGX del playboy Eike Batista.
Para los trabajadores sobran
migajas. El Brasil tiene uno de los más bajos salarios mínimos de América
latina, en tanto los patrones capitalistas ganan fortunas.
Los grandes medios de comunicación
de la burguesía, teniendo al frente a Red Globo, también son responsables de
esta situación, pues apoyaron a la dictadura militar que torturó y mató a
centenas de revolucionarios brasileños y propagó la corrupción por todo el
Brasil. La Red Globo, también apoyó a Collor de Melo, el golpe militar en
Honduras, las guerras imperialistas en Irak y Afganistán, quiere que Brasil se
convierta en patio trasero de los EE UU y defiende la represión contra el
movimiento popular. De hecho, como aliado de la FIFA, la Red Globo es la que
más lucra con la Copa de Confederaciones y la Copa del Mundo.
Por eso es urgente la
democratización de los medios de comunicación.
El hecho de que la burguesía y la
clase capitalista se apoderen de todas las riquezas que son producidas por la
sociedad, mientras la mayoría del pueblo sobrevive con casi nada, vive en
barrios pobres y de alquiler que cuando llueve a más de perder lo poco que
tienen, muchos pierden hasta su vida.
Asimismo por causa de este sistema
en quiebra, más de 200 millones de trabajadores están desempleados en el mundo,
de los cuales 75 millones son jóvenes.
La verdad es que nadie liberará al
pueblo si él mismo no lucha. Para cambiar esta situación la solución es luchar
y no bajar la cabeza ante los poderosos. Sin lucha no hay revolución y sin
revolución no hay transformación.
¡El PCR lucha por una revolución popular y por
el socialismo¡
¡Basta de explotación de los
patrones y de los abusos contra el pueblo ¡
¡Exigimos nuestros derechos ¡
¡El pueblo no es bobo ¡¡ Fuera Red
Globo¡
¡Estatización transporte público ya
¡
Junio 2013
¡Manuel Lisboa vive!
¡Viva el socialismo ¡
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