lunes, 24 de febrero de 2014

El COMITÉ DE RECONSTRUCCION DEL PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA, FRENTE A LA CRISIS DE VENEZUELA:


DERROTAR AL FASCISMO Y AL IMPERIALISMO CONSTITUYENDO ORGANOS DE PODER POPULAR CON PARTIDO, FRENTE Y EL EJERCITO POPULAR.

1.  Como lo dijera Jorge Dimitrov en  el XIII Pleno del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista del 2 de agosto de 1935, “el fascismo es la dictadura terrorista descarada de los elementos más reaccionarios, mas chovinistas y mas imperialistas del capital financiero”, “el fascismo es el poder del propio capital financiero. Es la organización del ajuste de cuentas terrorista con la clase obrera y la parte revolucionaria de los campesinos y de los intelectuales. El fascismo en política exterior es chovinismo en su forma más brutal que cultiva un odio bestial contra los demás pueblos”. “El desarrollo del fascismo y la propia dictadura fascista revisten en los distintos países formas diferentes, según las condiciones históricas, sociales y económicas, las particularidades nacionales y la posición internacional de cada país”.

2. La burguesía, la reacción y el imperialismo recurren al fascismo cuando la situación de la lucha política (lucha de clases) se les escapa del control para seguir oprimiendo y explotando a los pueblos, y no les queda otra alternativa que recurrir al terrorismo más brutal en contra de los elementos democráticos y revolucionarios a  los que  debe someter por la fuerza o en su caso perseguirlos, detenerlos, torturarlos, asesinarlos, reprimir a los trabajadores y campesinos, proscribir y perseguir a sus organizaciones políticas, y  en contra de todos aquellos que defienden las libertades democráticas políticas y sindicales. Así sucedió en otras partes del planeta y así sucedió también en nuestro país con la dictadura fascista iniciado con el golpe militar de 21 de agosto de 1971, que significó para el movimiento popular y nuestro pueblo la noche más sangrienta y oscura.

3.  En Ucrania acaba de consumarse la instalación de un régimen fascista que ya empezó a perseguir como no podía ser de otra manera, a los comunistas, revolucionarios, demócratas, trabajadores, intelectuales, estudiantes y al pueblo en general, en un “verdadero ajuste de cuentas”. Se han dado a la bárbara tarea de asaltar, saquear y destruir la sede de organizaciones revolucionarias y populares,  derrumbar y destruir los monumentos del camarada Lenin y Stalin. Como en los prolegómenos del  advenimiento e inicio del régimen fascista alemán, han empezado a perseguir a los de otras nacionalidades, a quienes les atribuyen la culpabilidad por lo sucedido con la crisis ucraniana, cuando nos consta a todo el mundo que el imperialismo yanqui y sus aliados europeos en sus afanes hegemónicos y geopolíticos fueron quienes dieron inicio a la parafernalia fascista, y amarrar los intereses de la burguesía ucraniana, a los intereses de la Unión Europea, sin importarles la posibilidad del inicio de un conflicto mayor con Rusia (potencia re-emergente) en el contexto de un nuevo reparto del planeta entre las potencias imperialistas.

4. La ofensiva imperialista tiene un carácter mundial, así como debe tener un carácter  mundial la contraofensiva de la lucha revolucionaria de los trabajadores, campesinos y pueblos del tercer mundo frente a un enemigo común, el imperialismo, principalmente el imperialismo yanqui. Lo que viene sucediendo en Venezuela es parte de esta estrategia de ofensiva, donde el gobierno populista y reformista de Maduro (al igual que el gobierno de Ucrania lo hizo antes de su derrocamiento) viene asumiendo una errática “estrategia defensista” (defensa de un castillo cercado, esperando el asalto final del enemigo), debido a sus propias limitaciones de clase que no le permite avizorar mas allá de la simple estrategia de defensa de lo que ellos llaman “revolución bolivariana” o “Socialismo del Siglo XXI”, cuando en los hechos el enemigo de clase viene llevando a la  práctica su estrategia de ofensiva general para derrocar al gobierno y apoderarse de los pozos petrolíferos y de las reservas hidrocarburíferos, en medio de un baño de sangre como lo hicieron en Irak.

5.    Los comunistas bolivianos consideramos que las organizaciones revolucionarias de Venezuela deben  organizar y dirigir a los trabajadores, campesinos y pueblo en general hacia la constitución y organización del poder popular u órganos de poder popular, tanto en el campo y en las ciudades, dentro del concepto del Partido, Frente y Ejercito Popular, superando extraordinariamente los límites del proceso reformista y populista de la denominada “Revolución Bolivariana” o “Socialismo del Siglo XXI”,  y avanzar hacia una verdadera revolución de una nueva democracia y al socialismo científico, y de esta manera derrotar al fascismo que el imperialismo yanqui pretende instalar y llevar a cabo un sangriento “ajuste de cuentas” en contra de comunistas, revolucionarios, demócratas, trabajadores, intelectuales, estudiantes y al pueblo en general.

6. Concebimos que un verdadero socialismo no pueda someter a su pueblo al  padecimiento  de hambre y menos permitir que el enemigo de clase lo haga, cuando se tiene, dizque el poder político del Estado bolivariano. El verdadero socialismo debe ser mejor que el capitalismo y jamás igual o peor a este, por eso consideramos que el gobierno de Maduro que se precia de ser revolucionario y socialista del Siglo XXI y los revisionistas, tienen serias limitaciones y debilidades que no le permiten asumir medidas drásticas en contra de quienes que aprovechando su incapacidad gubernamental  generaron  crisis,  especulación y  escases de alimentos como parte de la conspiración del imperialismo yanqui.

7.     La experiencia revolucionaria de otros pueblos que hicieron frente al fascismo en otros momentos históricos, no puede ser olvidada en  momentos en que el imperialismo yanqui para salir de su crisis, desarrolla a nivel mundial su ofensiva estratégica de  dominación mundial en contra de los pueblos del tercer mundo para apoderarse de sus recursos naturales y preservar sus intereses vitales hegemónicos en el planeta. Las organizaciones revolucionarias venezolanas no pueden cometer el mismo error que los revolucionarios bolivianos cometieron antes del advenimiento e instalación del régimen fascista el 21 de agosto de 1971, que también fue patrocinado por el imperialismo yanqui, y luego nuestro pueblo tuvo que pasar la noche más oscura del fascismo.

Partido Comunista de Bolivia
Comité de Reconstrucción


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