Como
consecuencia de una resolución del V Congreso de la Tercera Internacional, se
resolvió la centralidad de la generación de la línea política de los Partidos
comunistas del mundo, en el PCUS. Este fenómeno se debió a que si bien la Unión
Soviética había logrado derrotar las agresiones internas de las capas más
reaccionarias de la sociedad rusa, debieron también neutralizar la agresión del
bloque de los Estados capitalistas de Europa. Los grandes males que atentaban
contra la integridad del primer Estado socialista de la historia, habían sido
derrotados en su forma más concentrada.
El fin de
la Segunda Guerra Mundial abrió el inicio de
otro tipo de agresión, quizá más destructiva que la agresión militar,
que estaba compuesta por la agresión ideológica, cultural y política sobre todo
del Imperialismo norteamericano en contra de la URSS, lo que fue conocido como
la “Guerra fría”, y que posteriormente se extendió por todo el mundo, con la
intención de impedir la expansión de la
ideología marxista-leninista.En consecuencia, los partidos comunistas desarrollaron una
política de encriptamiento, de clandestinidad de las estructuras partidarias
que limitó, incluso la incorporación de una nueva militancia. Esta política se
entendía como una forma de protección de la agresión política e ideológica imperialista,
y fue aceptada prácticamente son reparos casi por todos los partidos
comunistasdel mundo, salvo excepciones como Yugoslavia y Albania.
Cuando en
1989 se produce la caída del Muro de Berlín y posteriormente la disgregación de
la Unión Soviética, todo el aparato de respaldo
que el PCUS ofrecía al movimiento comunista internacional se vino abajo,
y como consecuencia, muchos de los Partidos comunistas del mundo, terminaron
por perder la iniciativa en la lucha política internacional, siendo reducidos a su mínima expresión. Este
problema de la subordinación del comunismo internacional al PCUS, provocó la pérdida
del referente ideológico que representaba la Revolución de Octubre. La mayor
parte de los partidos comunistas, sobrevivieron como pudieron frente al reto de
la sobrevivencia en el momento más crucial del desarrollo del capitalismo
imperialista, convertido de la noche a la mañana en el gendarme unilateral del
mundo y dueño de la iniciativa política sin contrapesos.
La URSS,
no solo era el respaldo político del comunismo internacional, sino que para aquellos
en los que se pudo triunfar con la revolución socialista, como en Cuba, significó
importante respaldo para salvar los escollos de los primeros años de la
estructuración de la revolución socialista. La mayor parte de los partidos
comunistas del mundo, sin el respaldo económico de la URSS, no pudieron encarar
no solo con el sostenimiento de su nivel de actividad política, sino que no
pudieron sobrevivir políticamente frente al desarrollo del populismo que
sobrevino a la caída de los regímenes militares, sobre todo en América Latina y
la recuperación de la democracia.
Los
ensayos de la vía socialista de desarrollo, no dio por lo menos en América
Latina, los resultados esperados, sobre todo por el bloqueo político y
económico de que fueron objeto. Cuba, 30 años antes de la disolución de la
URSS, comienza un largo período de enclaustramiento y sabotaje brutal de parte del Imperialismo. No
fue lo mismo el triunfo de la Revolución de Nicaragua en 1990 sin el respaldo
de la URSS y tuvo que mediatizarse en una revolución triunfante de tipo
progresista de izquierda, pero no socialista marxista-leninista. Los gobiernos
democráticos de corte populista, no pueden profundizar la revolución en
dirección al socialismo.
En nuestro
país, el Partido Comunista de Bolivia, desde su tardía fundación el 17 de enero
de 1959, fiel seguidor de la línea política del PCUS, tampoco pudo sobrevivir a la escisión del
movimiento comunista internacional, agravada además como consecuencia de la
guerrilla del Che Guevara que dividió al Partido en dos fracciones: el PC-ML pro-pekinés
o pro-chino y el PCB pro moscovita. A partir de ello, la historia del PCBpro-moscovita
fue una historia de debilitamiento constante y pérdida de respaldo popular que
terminarían en 2003 cuando fue eliminado del registro electoral por haberse
negado a presentar el registro de sus militantes, lo que hubiera significado
poner su estructura clandestina en las mismas
manos no solo del Ministerio del Interior, sino también de la propia CIA,
.aunque las reglas del juego democrático en el sistema político tradicional en
la que el PCB había resuelto actuar, lo exigían.
A partir
de ello, el PCB pro moscovita sobrevivió en la ilegalidad en condiciones de
disgregación y escisiones como la de año 1985 en su V Congreso. Las condiciones
en las que participó en la Unidad Democrática y Popular en 1982, después de dos
intentos anteriores, fue una experiencia que terminónegativamente como
consecuencia de la incongruencia del nacionalismo revolucionario tardío
expuesto por Hernán Siles, y las nuevas tendencias de las masas expresadas en
la Asamblea Popular de 1970.
El PCB pro moscovita no alcanzó a representar los
intereses de las masas en la estructura de gobierno de la UDP, que en 1985 fue
defenestrada por el nacionalismo revolucionario en su etapa más reaccionaria.
El PCB no pudo jugar con las contradicciones entre las posiciones de la COB y en
el gobierno del cual formaba parte. La COB sacó a las masas a las calles en manifestaciones
interminables en un proceso de también interminables aumentos salariales que
nunca alcanzaron políticamente a neutralizar las demandas de las masas
presionadas por la inflación fabricada por la derecha financiada por el
Imperialismo y las posiciones irreconciliables sobre todo de Juan Lechín, cuyos
intereses personales en la sucesión presidencial no pudieron ser descifrados
oportunamente por el PCB pro moscovita,
el PC-ML pro pekinés o pro chino, el Partido Socialista, ni por el POR
que se encontraban encaramados en las direcciones sindicales representadas en
la COB.
Como sea,
debido a la crisis de articulación de la izquierda en el Poder con su expresión
sindical, arrojaron como resultado que la derecha reaccionaria que esperaba
detrás de la puerta para dar su zarpazo a la democracia, con la presión de un
eventual golpe de Estado militar y el desenfrenado alza de precios de los
artículos primera necesidad, ante el pueblo desesperado por el desastre de la
UDP, promoviera como salvador a un Víctor Paz, que en 1959 abriera la historia del
país una nueva etapa de burguesía retrasada, pero nuevo al fin y al cabo,
desplazando definitivamente a la feudalidad minera que había hecho de Bolivia,
su hacienda.
Víctor
Paz, aliado con la derecha, impusoante el pueblo estupefacto, el remedio del
shock recetado por el BM y el FMI e introdujo en Bolivia, tardía pero efectiva
para los intereses de la derecha, el neoliberalismo que en 1973 había sido
impuesto por el Golpe de Estado de Augusto Pinochet con gran efusión de sangre.
El MNR, que fuera destinatario de las
mejores técnicas represivas y de persecución en la década de 1950, no solo que
logró imponer el modelo, sino que desarrolló una estrategia goebeliana,
haciendo responsable de la crisis a la UDP, a la izquierda en general y especialmente al Partido Comunista pro
moscovita. Nada volvería a ser como antes.
La
recuperación de la democracia había tenido un costo fatal para el Partido
Comunista que no solo perdió la poca militancia que le quedaba, sino que no
logró alcanzar anteriores niveles de
organicidad. El retorno a la política con la Izquierda Unida no dio resultado
en dos oportunidades. Finalmente el 2005, en alianza anti política y anti partidaria con
el MAS, asciende al gobierno del poder político estatal, pero no como Partido, sino
como individualidades cooptadas por el masismo, al margen de la estructura
partidaria y por encima de ella.
El MAS,
sobre la base de los sindicatos cocaleros y un conjunto de ONGs que creían que
había llegado el momento para la reconstrucción del Tahuantinsuyo, alentaron
una política antipartidoque consigue descoyuntar definitivamente lo que quedaba
del PCB. La táctica oenegeista de Evo Morales, estaba destinada a cooptar las
direcciones o por lo menos personalidades políticas a cambio de prebendas; pero
no como coaliciones, pactos o alianzas políticas, sino como procesos de
adhesión al proceso abierto por el indigenismorampante a cambio de recompensas
en la administración pública. El viejo PCB que había perdido ya toda iniciativa
o por lo menos la oportunidad de
difundir la orientación revolucionaria, se dejó absorber por intereses
subalternos- Es decir, a cambio de un plato de lentejas entró al gobierno en
forma ovejuna, abandonando definitivamente su misión y sus objetivos
revolucionarios.
Evo Morales, o más bien sus asesores
oenegeistas, consideraban que los sindicatos cocaleros y las organizaciones
sociales, eran suficientes para gobernar.
Sin haber tenido tiempo para estructurar un verdadero plan de gobierno,
desarrolla una serie de acciones de encandilamiento frente a las organizaciones
sociales, que para cumplirlas, no hacía falta el escollo de los partidos. De
por sí, el MAS, no es un partido sino una confederación de organizaciones
sociales a la cabeza de los cocaleros. La sumisión del viejo PCB a la
estrategia masista, echó por el desagüe la posibilidad de que pudieran estar
presente en el gobierno del MAS como una fuerza política, orgánica y
programática, imponiéndole, por lo menos en parte, sus objetivos partidarios,
orientando y reorientando el llamado “proceso de cambio” en dirección al logro
de objetivos revolucionarios, haciéndose responsable histórico de sus
consecuencias. Hoy el PCB, es igualmente responsable frente a la historia
de los despropósitos del masismo y su
lento desenmascaramiento como herramienta de la derecha neoliberal y del
imperialismo.
El país ha
vivido una serie de momentos cruciales en donde hacía falta la palabra
orientadora de un Partido revolucionario, como cuando el26 de diciembre de 2010se
lanzó el famoso “gasolinazo” que buscaba
beneficiar a las empresas explotadoras de petróleo y los comercializadores
locales, con el argumento que había que poner los precios de la gasolina al
precio de los mercados internacionales. Esto desencadenó una estampida de alza
de precios y las movilizaciones espontáneas de las masas empobrecidas de la
ciudad y El Alto, estuvieron a punto de mandar al basurero de la historia al
gobierno de Evo Morales. Este retrocedió asustado, pero no así los precios. Todos
el mundo dijo algo, menos elviejo Partido Comunista, el silencio de su
dirección, era proporcional al grado de sumisión que a su vez era proporcional
al grado de los favores otorgados por el masismo.
El pueblo
ha visto con estupor los despropósitos de Evo Morales, los escándalos de
corrupción y delincuencia denunciados públicamente, o el escándalo del proyecto
de Ley de Minería.elviejo Partido Comunista ni el PC-ML dijeron nada. El
silencio los ha convertido en cómplices. Marcos Domic, desde la altura de su
Embajada en México, no opina nada, seguramente por no poner en riesgo sus
delicadas funciones. El clan Echazu del PC-ML administra burocráticamente su
cuota de pegas públicas, (no cuota de Poder) y tampoco funciona como partido.
El IV congreso del PC-ML de abril de 2012, terminó con una declaración tibia
que no tuvo el valor de poner los “puntos sobre las ies”, respecto del
populismo de Evo Morales y su tendencia populista, procapitalista, anti partido, anticomunista y sobre todo, de denunciar los
errores de masismo y finalmente poder abandonar el barco de la administración
pública y pasarse a la resistencia.
Lo que
quedaba de los Partidos Comunistas en nuestro país, han desertado de su misión
revolucionaria (que en verdad la perdieron).
Solo la Juventud del viejo Partido
Comunista, la gloriosa “Jota”, sale de vez en cuando con consignas
revolucionarias, lamentablemente, sin reflejar las condiciones de la crisis que
agobia a nuestro país. La jota de Cochabamba difunde ideología como si en el
país no pasara nada ni hubiera nada de qué opinar. El fuego que arde en los corazones de los
camaradas de la Jota, debe servir para reconstruir el Partido Comunista de
nuevo tipo, para reconquistarlas glorias pasadas y las tradiciones
revolucionarias.
Las pequeñas
organizaciones de izquierda, están disueltas en diminutas parcelas burocráticas
y no tienen ninguna significación política, porque el señor Evo Morales, no tiene la menor idea de lo que es un
partido y las funciones que cumple como intermediario, necesaria en la
Democracia formal burguesa, entre la sociedad y el Estado, o sencillamente no cree que las instituciones democráticas
sean útiles a sus objetivos de construcción de un Estado prebendal y
autoritario basado en la naturaleza gelatinosa de las organizaciones sociales,
fácilmente manipulables y controlables por medio de su aparato de compra de
lealtades.
La COB es una organización social más y no queda nada
de ella que sea rescatable, nada de
revolucionario, ni del campo de batalla ideológica que hacía retumbar las
consigna de inolvidables camaradas como Federico Escobar, Simón Reyes o como el
“Huracán” Ramírez y otros. Lo peor y por último, Edgar Ramírez termina en el
masismo.
La
situación económica y social del país se agrava día a día y el encarecimiento
de los artículos de primea necesidad, tarde o temprano van a movilizar a las
masas en procura de mejores condiciones de vida. Latino América está cayendo en
un proceso de derechización como consecuencia de la manipulación imperialista
de lo que queda de las democracias deformadas e introduce peligrosamente, como
una nueva herramienta de desestabilización, los llamados “golpes
institucionales” alimentados por los “alzamientos populares”.
Nosotros,
los que hemos logrado quedar fuera de la vorágine de la desnaturalización de
los viejos partidos comunistas, los que un día asumimos la responsabilidad de
ponernos al margen del partido por discrepancias ideológicas, porque no era
fácil conciliar la tradición marxista de la descomunal mentira de la
Perestroika y la Glasnost, a la que la burocracia ovejuna de la dirección
partidaria se sumó incondicionalmente, hemos resuelto reconstruir el Partido
Comunista de nuevo tipo, al margen de las discrepancias que tendieron puentes
de odio entre fracciones que se han atizado desde posiciones caudillistas de
sus cabecillas.
Hemos
hecho pública nuestra declaración de principios que la vamos a enriquecer como vayamos avanzando. El viejo
Partido Comunista, ha dejado de existir en Bolivia, no solo porque no existe
registro alguno en la Corte Electoral, sino porque no existe como corriente de
opinión en las masas trabajadoras, en el escenario de la crisis nacional y finalmente, porque se ha dejado tragar por el
masismo y el oportunismo.
Por eso manifestamos
públicamente nuestra decisión de RECONSTRUIR EL PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA de
nuevo tipo al margen de todo sectarismo, comprometiéndonos a seguir el
pensamiento iluminador de Carlos Marx, Federico Engels, Lenin, Stalin y Mao
TseTung, y otro pensadores insignes, repudiando el oportunismo malsano y
deformador de los neo marxistas y todo tipo de populismo caudillista de los
apóstoles del Socialismo del Siglo XXI.
Manifestamos
nuestra fe inquebrantable en los trabajadores de nuestro pueblo para la
reorganización del Partido Comunista sobre la base de la experiencia mundial
del proletariado bajo las consignas de los Partidos Comunistas del mundo, para
comenzar a construir el Partido Revolucionario que nos conduzca ala conquista
de un futuro promisorio. Sin Partido
Comunistade nuevo tipo, las masas no tienen un referente
político revolucionario que refleje sus intereses reivindicativos y
estratégicos de clase.
Camaradas,
nuestra misión no debe diluirse en las buenas intenciones: necesitamos adhesión
de los comunistas leales y consecuentes con el marxismo. Necesitamos conocer
tus criterios que nos pueden servir para reencausar el proceso refundacional
del Partido Comunista en Bolivia.
Dr. Juan
García Barañado
COMITÉ DE
RECONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario