La “Internacional”, no es una canción
cualquiera; encierra la historia del movimiento obrero y de la izquierda
marxista en su etapa de formación y desarrollo. Fue escrita por el francés
Pierre Poitiers en 1871, y en 1888, otro francés, músico, igualmente vinculado
con los movimientos obreros revolucionarios, le puso letra.
Fue entonada por primera vez en el
Congreso Internacional de Copenhague. Caló hondo en las masas obreras famélicas
de principios de siglo, en pleno desarrollo de la etapa de acumulación
originaria del capital y miles de pobres la suya y la cantaron con lágrimas en
los ojos.
En 1982 la II Internacional la adoptó
como su himno y después, el 3 de noviembre de 1910, fue declarado el Himno
Internacional de Todos los Obreros del Mundo.
En 1910, antes de desencadenarse los acontecimientos de Octubre de 1919,
Lenin la proclamó como el himno de la URSS.
“La Internacional”, está llena de
historia de luchas y sangre del movimiento obrero y proletario en procura de su
liberación y la instauración del Socialismo, por eso, fue adoptada como canción
de lucha por los proletarios del mundo y fue un estandarte de lucha, junto con
la bandera roja con la hoz y el martillo bordado en el borde superior. Quienes
la hemos cantado en situaciones álgidas, en la lucha en contra la dominación de
clase de la burguesía y contra el militarismo fascista, la hemos entonado con
innegable orgullo y convicción de que el futuro promisorio está por venir, como consecuencia de las luchas sociales para
dar a nuestra patria y a la humanidad, un futuro de luces y de felicidad.
Por eso, haberla escuchado en la
Plaza Murillo como un número más del programa distractivo diseñado por el
masismo, para convertir el Primero de Mayo, día de los Trabajadores del Mundo,
en un acto de proselitismo político, fue indignante. Tan burdo era el intento,
que quien monitoreaba el coro, apenas si sabía la letra y peor aún los
empleados públicos que estaban concentrados en la Plaza Murillo, para quienes,
este Himno, no tiene ninguna significación y que se esforzaban penosa e inútilmente
con seguir el coro.
El MAS y sus “ideológicos”, han
creado alrededor de la sigla, toda una parafernalia “ideológica” pretendiendo
que la sigla que les dio prestada o negociada una de las alas dogmáticas del
falangismo, era la expresión más pura de la intención del masismo, de construir
el socialismo, socialismo falangista que más tenía de fascismo que de
socialismo marxista y que de por sí, era su antípoda.
El masismo, que es la expresión más
pura del populismo más degenerado que el populismo palenquista, quiere hacer
creer el pueblo boliviano, que es la encarnación del socialismo, y que esto que
vivimos, lleno de hechos de corrupción y de autoritarismo fascista, es
socialismo. A tal grado llegó la impostura masista, que obligó a las fuerzas
armadas, que fue y siempre será el brazo armado de la clase dominante, a gritar
“Patria o Muerte”, como si con esta consigna, (porque es una consigna), estuviéramos
librando una batalla contra el Imperialismo, lo que no como ocurre en realidad.
El MAS y Evo Morales como su cabeza más visible, no es más que una nueva faceta
del neoliberalismo vestido de poncho y ojota, y si no fuera por ellos el
neoliberalismo, no estuviera hoy en día, gozando de tan buena salud.
El siguiente acto de este sainete,
seguramente será sostener que Evo, a quien Amanda Dávila calificó de “sabio”,
tiene un pensamiento creador más profundo que el marxismo leninismo. Indigna el burdo oportunismo de Evo Morales y
la “intelligentsia” masista y la desfachatez de obligar a la gente a cantar “La
Internacional” como si la COB, traidora, cooptada, partidisada y
prebendalizada, siguiera siendo lo que fue la vieja COB de hasta el 71 y no la
triste organización servil que tiene que subsistir de las rentas de un hotelito
y no, como cuando tenía la condición de clase, que vivía del aporte
revolucionario de los trabajadores. Seguramente la camarilla del PCB de Marcos
Domic y Cia, que vive, a su vez, de las prebendas del oficialismo, batía
palmas, por esta gran mentira.
Protestamos por esta comedia.
Mientras el masismo hace su show, el país se hunde en la corrupción de los jerarcas,
el fracaso de la industrialización, y en encarecimiento vertiginoso de los
precios de los artículos de primera necesidad, mientras la justicia, ha pasado
a ser una mala palabra: la internacional es el himno revolucionario de las
masas en su camino hacia la construcción del socialismo como transición al
comunismo, y que sepa de una vez el señor Morales y compañía: no hay más
socialismo que socialismo marxista-leninista que está por venir como obra de la
acción revolucionaria de los trabajadores y campesinos y de su Partido
Revolucionario.
COMISIÓN POLÍTICA DEL COMITÉ DE
RECONSTRUCCIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA
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