El
gobierno del MAS, se encuentra en su peor momento de decadencia,
descomposición, degeneración y perversión por el poder político del viejo Estado
boliviano en crisis, al cual en lugar de sustituirlo mediante un nuevo Estado
(con nueva democracia hacia la revolución socialista) se limitó simplemente a
cambiarle de nombre rodeado de ritos, mitos, leyendas, fantasías, animismo,
supercherías; con una nueva legislación
que resultó siendo igual o peor que la anterior; sobre la base del modelo de
capitalismo andino (modelo de economía plural), y el gran despliegue de un
discurso de retórica ultrarevolucionario y ultraconservadores en los hechos.
A
los pocos días después de la asunción del MAS al gobierno, los camaradas de la
“Fracción Roja” (ahora, PCB-R), en las reuniones del grupo de la “Comuna
Libertaria”, ya habían desnudado su carácter y naturaleza de clase pro burgués
y que por eso no podía ser un gobierno revolucionario (algunos ingenuos creían
y creen todavía lo contrario). Asimismo (no sin antes de desenmascarar el
carácter reaccionario del indigenismo como ideología enlatada por las ONGs al
servicio del capital financiero internacional para bloquear la lucha
revolucionaria de los trabajadores y los pueblos del tercer mundo) aseguraron que la corrupción podía finalmente
acabar con el gobierno del MAS por ser un proyecto político que respondía a los
intereses de la pequeña burguesía rural, así como había sucedido mucho mas
antes con el proyecto político de la pequeña burguesía urbana del MIR.
El
MAS siempre negó la lucha de clases y el
papel del partido revolucionario, porque su base social se sustenta en los
dirigentes prebendales y oportunistas de los denominados movimientos sociales
de inspiración corporativista fascistoide. Pero, para encubrir la
reorganización del viejo Estado boliviano sobre la base del modelo del
capitalismo andino, se dio modos propagandísticos de desplegar la mentira mas
descomunal y goebeliana por todos los medios posibles, de su falsa adscripción
al marxismo leninismo, al maoísmo, al cheguevarismo, a los grandes maestros de
la revolución mundial y etc., todo con el propósito de engañar a los pobres y
algunos incautos que pasan de teóricos de pacotilla de la pequeña burguesía, de
que el gobierno del MAS es socialista, revolucionario, comunista,
antiimperialistas, y etc., cuando en realidad lo que hace es funcionalizar el
sistema capitalista en nuestro país bajo la sombra de otros imperialismos donde
cobijarse, aunque sin romper definitivamente con el imperialismo yanqui (ante
quien, imploran la inversión de capitales, como buenos anti-antimperialistas).
El
MAS, si algo tiene de mérito, es haber logrado bloquear a los partidos
clasistas de orientación marxista leninista, cuya ideología y discurso son
utilizados para llevar adelante un proyecto político pro burgués y pro
imperialista; el haber tenido el merito de incorporar a sus filas a los
partidos y militantes de la derecha, incluida la organización fascista de la
unión juvenil Cruceñista, contra quienes los que dizque marxistas leninistas
maoístas de la “Columna Sur” ni siquiera se inmutan, los toleran y aceptan como
sus aliados, al grado de defender sus intereses políticos (de la derecha dentro
del MAS) ensamblados en la reorganización del viejo Estado boliviano que cambio
de nombre como Plurinacional.
Algunos
compañeros aletargados todavía con la presunta orientación revolucionaria del
gobierno del MAS, y que sueñan todavía en profundizar pasivamente el “proceso
de cambio”, ni se dieron cuenta que por sus narices pasaba el momento para
hacerlo, cuando se produjo el gran amotinamiento militar de clases y
suboficiales de las Fuerzas Armadas (movimiento de descolonización dizque),
momento oportuno perdido para reorientar a las masas y al gobierno hacia una
verdadera revolución democrática (soldados rebeldes incluidos bajo la
vanguardia de los trabajadores) sin lapso alguno hacia la revolución del
socialismo científico. Una hermosa oportunidad para profundizar el proceso ya
había pasado.
Las
supuestas nacionalizaciones llevadas por el gobierno (que en realidad son
adquisiciones o compras de acciones) también pueden hacerlo los gobiernos
burgueses, como históricamente se dieron en los países imperialistas. El caso
es que en nuestro país ni de pasada se puede pensar en la nacionalización e la
San Cristóbal (Sumitomo, una vaca sagrada de las transnacionales). Tampoco se
pudo aprovechar en su momento los buenos ingresos económicos por la exportación
de nuestra materia prima (la industrialización es todavía un sueño para los
bolivianos), porque el gobierno mantiene todavía incólume su política
extractivista para beneficiar a las transnacionales en desmedro del
medioambiente y de los pobladores que tienen que hacer frente a los desastres
ecológicos (caso lago Poopó, Río Pilcomayo, y etc.). Pura cháchara la
Pachamama.
Los
comunistas, reafirmamos la tarea y necesidad histórica de construir un gran
proyecto político de un nuevo Estado Democrático, Popular, Revolucionario y
Antiimperialista, como parte de una verdadera revolución democrática que sin
lapso alguno se proyecte hacia una verdadera revolución socialista.
Consideramos que el sectarismo, el fraccionalismo, las divisiones y los
intentos de subalternizar a algún partido u organización a dictados de afuera
no harán sino impedir la gran unidad de todas las fuerzas del campo
revolucionario, la que los trabajadores y nuestro pueblo demanda es la
construcción de una nueva alternativa mas idóneo y cualitativamente superior al
Estado Plurinacional como proyecto del capitalismo andino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario