La nueva clase emergente, oportunista y
corrupta dentro del gobierno del MAS (que utiliza demagógicamente el discurso
revolucionario para engañar a los trabajadores y a nuestro pueblo) insiste para su beneficio, en
la estrategia antidemocrática de atentar contra la nueva Constitución Política
del Estado, con el objeto de perpetuar en el poder a Evo Morales y servirse de
él, y así continuar sirviéndose de la
política de un gobierno que les favorece, muy a pesar de los buenos deseos de los
voluntaristas que en casi once años, continúan cacareando infructuosamente y
hasta el cansancio, por
la profundización del proceso de cambio, que en realidad jamás llegará.
1.- DEFENSA DEL ORDEN
CONSTITUCIONAL.
Desde las viejas Cartas Constitucionales (la
Carta Magna, de la época de Juan Sin Tierra, en la Inglaterra de 12 de junio de
1215), la Constitución Política del Estado, ha sido establecida como un medio destinado
a establecer un orden institucional para superar el absolutismo medieval y que
fue adoptado como el mejor medio de establecer el dominio de la ley como un
sistema de frenos y sistemas sobre el dominio del absolutismo y como un sistema
de control del ejercicio del Poder estatal y la tentación del retorno de
absolutismos y dictaduras de todo pelaje.
El orden constitucional (en la concepción
liberal burguesa), adopta entonces, el valor de un instrumento que reconoce al
Pueblo como el depositario de la Soberanía sobre la que se funda todo el
esquema institucional del Estado moderno, la facultad de administrar sus
instituciones jurídicas y políticas. Por eso la tradición democrática de los
Estados, ha rodeado a la C.P.E. de candados que eviten que, bajo el influjo de
las tendencias dictatoriales, sus principios no puedan ser cambiados o
modificados arbitrariamente, sino con efectos diferidos. Ese principio
garantista, ha sido adoptado por nuestra Constitución en el Art. 168 que dice
que el mandato presidencial dura cinco años y que el Mandatario solo puede ser
reelecto por una sola vez de manera continua, principio que, ante el silencio
de la cómplice de la oposición de la vieja derecha, fue burlado por el masismo con
el pretexto de que, como consecuencia de la promulgación de la C.P.E. de
2009, el primero período de gobierno de
Evo Morales, sería 2010 a 2015.
Ahora, la intelectualidad de los “llunk’us” que medran detrás del poder
y el culto a la personalidad del líder insustituible
y divinizado por ellos mismos, pretenden “abrir” la nueva Constitución Política
del Estado para perpetrar impunemente su violación, y así posibilitar la prolongación
del Estado Plurinacional burgués gatopardista en beneficio de una derecha
emergente, oportunista y corrupta, que día que pasa se siente más
fortalecida al interior del MAS, sin que
los voluntaristas profundizadores del proceso de cambio puedan hacer algo,
limitándose solamente a defender lo indefendible.
Nosotros, defenderemos las libertades
democráticas, políticas y sindicales, aunque esta Democracia burguesa, en el
momento político histórico que vive
nuestro país, para algunos es “la
mejor forma de Estado bajo el capitalismo”, no olvidamos jamás que nuestra obligación
revolucionaria, es sustituirlo por un nuevo Estado Democrático y Popular para
ponerla al servicio de los trabajadores y de nuestro pueblo, que debido al
populismo pseudo indigenista, revolucionarista y corrupta, han prolongado el
estado de pobreza y miseria de la mayoría de la población que no sabe qué es el
”buen vivir”. Por eso no estamos de acuerdo con el prorroguismoque que en la
práctica no responde a los intereses de los trabajadores y de nuestro pueblo,
sino a la burguesía agroindustrial y terrateniente del oriente boliviano y a los nuevos ricos (nueva burguesía).
2.- NUESTRA OPOSICIÓN A
LA CORRUPCIÓN, INEFICIENCIA Y LA IMPROVIZACIÓN. -
Nosotros no tenemos nada que ver con el
oportunismo de la vieja derecha que está
buscando pescar en rio revuelto y pretende transformar el primer aniversario
del 21 F, como un medio para
fortalecerse a costa de los errores, la
corrupción y desaciertos del masismo. Creemos que no está en juego los
resultados del 21-F , porque es un hecho
constitucional consolidado incuestionablemente bajo las mismas reglas de juego del
Estado burgués. Lo que está en riesgo, es el respeto de las instituciones
democráticas y constitucionales (La nueva clase emergente pretende por todos
los medios violar sus propias leyes).
Ya una
vez el gobierno ha burlado el orden constitucional, hecho que le ha permitido
gobernar por tres períodos consecutivos. Esto ha dado a los taumaturgos del
evismo, la certeza de que todo es posible contando con la mayoría del
parlamento sumiso y obsecuente. El 21-F es un intento fallido de la nueva clase
emergente para perpetuarse en el ejercicio del Poder, fue una grave amenaza al
futuro democrático de los bolivianos que en casi once años de gobierno, no han
visto ninguna profundización del proceso de cambio, sino todo lo contrario
()Ej: disposición de recursos de los trabajadores en las AFPs, a favor de la
burguesía agroindustrial y terrateniente del oriente boliviano, miserables
remuneraciones de jubilaciones, etc.).
Nos oponemos contra de la mala gestión de
gobierno, puesto que el gobierno a falta de políticas públicas bien definidas ha despilfarrado los recursos provenientes de
la venta de nuestros recursos naturales con total irresponsabilidad. Su
principal objetivo ha sido remacharse en el Poder y con ese objeto, ha
prebendalizado corporativamente sus relaciones con las denominadas organizaciones
de los movimientos sociales presididos en su mayoría por dirigentes
desclasados, oportunistas y sin ninguna conciencia de clase.El masismo no se ha
dado cuenta que los resultados de las primeras elecciones de 2006, ha sido solo
coyuntural, porque una vez más, la militancia de la izquierda dispersa, votó
por el “mal menor” frente a la acometida de la derecha neoliberal y
reaccionaria.
El MAS, en los hechos ha permitido la
institucionalización de la corrupción en los diferentes niveles de la
administración pública, subalternizando la Justicia y parcelando ella administración
pública del Estado burgués de manera corporativa entre las organizaciones
sociales, las que la han administrado como feudos propios. La percepción del
pueblo es que se cansó del populismo masista y que no está dispuesto a tolerar
nuevas manipulaciones a fin de continuar disfrutando de las mieles del poder en
beneficio de aquella nueva clase emergente que alcanzo plenamente el “buen
vivir”.
En la época actual en nuestro país, corresponde
defender las libertades democráticas, políticas y sindicales, y la plena
vigencia de los derechos y garantías constitucionales. Cualquier desviación de
esta línea, amenaza a la interrupción de la democracia liberal y su
Constitución, y consiguientemente la institucionalidad democrática en el país.
El “NO” expresado por la mayoría del pueblo, es reflejo de cansancio contra la
corrupción y la ineficiencia; por eso nos soldamos con el pueblo en su deseo de
desbrozar un camino que nos permita luchar efectivamente contra la pobreza, la
miseria, el atraso cultural y material de nuestro pueblo.
3.- EN EL REFERENDUM DEL 21 FEBRERO DEL 2016,
GANO EL PUEBLO A LA NUEVA CLASE EMERGENTE Y A LA VIEJA DERECHA.
No tenemos nada que ver y menos podemos
sumarnos al corifeo de la derecha reaccionaria y neoliberal que quiere volver
al gobierno del viejo Estado boliviano para hacer lo que la derecha hace en
Brasil o en Argentina: reinstalar los instrumentos del poder para desmontar las
conquistas sociales y reiniciar su tarea de enriquecimiento a costa del hambre
del pueblo.
El PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA
(REVOLUCIONARIO), se pone al margen de la polémica entre los oportunistas del
populismo y la derecha reaccionaria. Nosotros, junto a los partidos y otras
organizaciones populares, democráticas y revolucionarias, obreros, campesinos,
intelectuales, profesionales y otras personalidades, estamos empeñados en la
construcción de un nuevo modelo de Estado Nacional, Popular, democrático, revolucionario
y antiimperialista. No vamos a caer en el entrampamiento a que nos quieren
empujar los ideólogos del desastre y de los capituladores. Desde nuestra perspectiva, exigimos que el
gobierno respete las normas constitucionales y el Estado de Derecho liberal, y
no intente empujar al país a una situación de confrontación en contra de los
trabajadores y nuestro pueblo por el solo hecho de defender la voluntad popular
expresada el21 de Febrero de 2016, tal
como vienen anunciando irresponsablemente algunos dirigentes de los movimientos
sociales, hasta con contramarchas y demás actos de provocación.
El
modelo masista (pro capitalista), ha demostrado que no responde a los intereses
de los trabajadores y nuestro pueblo, y es por eso que asumimos una posición de
firmeza en contra de los sectores mas aventureros é irresponsables del MAS en
su propósito de desconocer el resultado del 21 de febrero de 2016 y de intentar
violar la nueva Constitución Política del Estado, que ellos mismos la promovieron,
la hicieron aprobar a nuestro pueblo, lo sancionaron, y ahora pretenden
violarla para satisfacer los buenos
deseos de aquella nueva clase emergente que se benefició en esos casi once años
de gobierno del MAS en contubernio con la vieja derecha, más concretamente con
la burguesía agroindustrial y terrateniente del Oriente boliviano.
La Paz, 21 de febrero de 2017.
Secretariado
PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA (REVOLUCIONARIO)
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