Antes que se enfriara la sangre
derramada por los obreros en el Bosquecillo de Pura-Pura, la vanguardia obrera
que había derrotado militarmente al ejército de la oligarquía minero feudal, sobre
la base de la FSTMB, organizaba la CENTRAL OBRERA DE BOLIVIA. Las causas
profundas de la COB, las debemos encontrar en el proceso de superación del
modelo minero feudal que había hundido en la miseria al pueblo boliviano. Por
su naturaleza, la COB, no era solo de carácter gremial puesto que no reflejaba
los intereses solo de los trabajadores o de los trabajadores mineros
especialmente, sino, como dice el Art. 1ero del Estatuto Orgánico, su objetivo
era la defensa de los intereses de los trabajadores oprimidos y de los
explotados del país, comprendiendo al proletariado nacional, al campesinado y a
las organizaciones de trabajadores de la clase media. El inciso d) del Art.
4rto del Estatuto describía los fundamentos de la institución y decía que la
COB no podía ni debía tener filiación político-partidista determinada, en
defensa de los intereses de los trabajadores, sin desligarse de la lucha
política que pudiera corresponder a sus intereses de clases.
La Independencia de clase, ha sido
una de las viejas aspiraciones de la COB, traída de la experiencia de las
luchas de los sindicatos obreros, que ya fue incluida en la Tesis de Pulacayo
de 8 de noviembre de 1946 que previó el dirigismo no solo de los partidos
políticos tradicionales, sino de los propios gobiernos, como una verdadera
“sífilis” “cuando se convierten en apéndices gubernamentales, pierden su
libertad de acción y arrastran a las masas por el camino de la derrota” y
declara guerra a muerte en contra del sindicalismo dirigido. Nosotros hemos
visto que el peligro del sometimiento partidario del movimiento obrero, incluso
más allá, a actuar en contra de los intereses históricos de las masas
populares.
El movimiento obrero, no puede
desarrollarse al margen de los problemas sociales del país, sino que todo lo
contrario, no puede hacer otra cosa que reflejar los conflictos internos que se
desarrollan al interior del Estado, puesto que vive sus consecuencias
reflejadas en los salarios de los trabajadores y en la situación económica de
otros sectores, los campesinos y la clase media. Por eso la COB, no ha sido ni
será, a pesar de las intenciones del gobierno populista, un mero apéndice del
partido gobernante.
Cuando se estaba fundando la COB, en
17 de abril de 1952, las tendencias de izquierda debieron desarrollar
verdaderas batallas en contra de la tendencia hegemónica del MNR para someter a
la naciente COB, como un apéndice a su estructura de Poder, lo que llevó
incluso a materializar el llamado “cogobierno” compuesto por miembros de la
COB, en calidad de ministros. Este hecho, frenó la posibilidad de que el
movimiento obrero pudiera contar con un instrumento que pudiera presionar en el
gobierno momientista, obligándola no solo a cumplir con sus objetivos
históricos, sino a evitar que se derechizara, como evidentemente ocurrió. El
lechinismo y específicamente el MNR neutralizó las direcciones de la COB, las partidizó,
impidiendo fortalecer el movimiento obrero y popular al margen de la férula del
movimientismo y se quedó el niveles puramente teóricos y declarativos. De esa
manera, se convirtió en un espectador pasivo en el proceso de degeneración de
los postulados incorporados por los trabajadores, a pesar del lechinismo, en
sus documentos fundamentales y con ello, el proceso que termino con la fase
revolucionaria del MNR, hasta terminar el entreguismo más desvergonzado del neoliberalismo
de manos del propio Víctor Paz en su etapa reaccionaria.
Las viejas direcciones obreras clasistas
y revolucionarios se terminaron con Simón Reyes, Edgar Ramírez y Oscar Salar y
comenzaron la debacle con Víctor López, último baluarte del lechinismo. Pedro
Montes, Juan Carlos Trujillo y Guido Mitma, fueron los que se prestaron a la
tarea de socavar a la COB y reducirla a la condición de una organización social
más, a la altura de cualquier sindicato cocalero. No olvidemos que el acto de
traición al movimiento obrero, se comete en el XVI Congreso de Tupiza, en que,
con la presencia de altos personeros del masismo, Juan Carlos Trujillo asume la
Secretaría Ejecutiva y aprueba la Tesis Política que pone a la COB, al servicio
del populismo masista. La COB, a partir de ese momento, mando al tacho la Tesis
Socialista del IV Congreso de la COB de 5 de diciembre de 1963, despoja de sus
objetivos políticos a la clases trabajadora, la deja de representar y se transforma en una célula del masismo, al
servicio del proyecto antinacional del indigenismo utilizado como máscara por
los cocaleros del Chapare y la claque oficialista que se ha transformado en
beneficiaria del “modelo” populista.
Las élites del Movimiento al
Socialismo han diseñado un proyecto estratégico que busca perpetuarse en el
Poder, supuestamente para completar las tareas de la “revolución democrática y
cultural” que no ha podido arrancar durante los catorce años de gobierno y que
por el contrario, ha llevado al país a un estado de ineficiencia en la
administración del Estado, camuflado en el efectismo del proyecto “Evo Cumple” que ha llevado canchitas a los
cuatro puntos cardinales y se ha olvidado los requerimientos de la
Juventud que entra en el mercado de
trabajo no encuentra fuentes de trabajo estables con sueltos dignos y que por
la fuerza de las circunstancias, debe sumarse a la informalidad que inmunda las
calles y plazas de nuestras ciudades. Las mujeres que van a abastecerse en los
mercados, ven con espanto que la pretendida estabilidad económica, devora sus
pobres ingresos a una velocidad apabullante y la gente que sale a las calles se
encuentra con el escenario de los conflictos sociales cuya violencia muestra
que la fementida estabilidad social, se cae a pedazos frente a la desesperación
de multitudes que salen buscando ser escuchados en las calles, por un gobierno
obnubilado por las “grandes concentraciones” de militantes obligados a acudir multitudinariamente
a la entrega de infraestructuras innecesarias.
Las masas populares, es decir, los
trabajadores, los obreros, los
estudiantes, los universitarios, las
amas de casa y demás sectores populares, han perdido la institución que
levantaba su voz en nombre de las mayorías nacionales y que era capaz de
interpelar al Estado. La COB, está dedicada a pavimentar el camino de Evo Morales
para garantizar su permanencia por 500 años, con la misma terquedad con que
Maduro, en Venezuela busca perpetuarse en el Poder sin avizorar el verdadero
socialismo científico, aun a costa del hambre de su pueblo, del éxodo
incentivado por la mano del Imperialismo, sin darse cuenta que a las puertas de
ese pobre país, el Imperialismo y sus servidores de la derecha neoliberal y
reaccionaria, están tocando las puertas de los cuarteles para reeditar la
invasión y la masacre, como si no hubiéramos vivido ya, la invasión de panamá,
Barbados o Chile. La COB, perdida su dignidad, repite sin entender, el
argumento falaz de que la Sentencia Constitucional 048/2017, es legal y que
está abierta las puertas para una nueva elección de Evo Morales y García Linera
y que la Constitución Política del Estado, es papel mojado.
Toda la actividad del MAS con el
pueblo, es decir, con las masas populares, está destinada a prebendalizarlas
con el fin de conseguir respaldo masivo a su pretensión de perpetuación para seguir
beneficiando a las diferentes facciones de la burguesía de nuestro pais . Con
ese propósito, ha destruido los sindicatos de toda índole y las organizaciones
sociales como los Juntas Vecinales etc.,
las organizaciones de campesinos, las universidades, etc,. así como lo hizo con
la COB, dividiéndolas, prebendalizandolas, corrompiéndolas con dádivas, a fin de garantizar el ejercicio hegemónico
del Poder, que no tiene nada que ver con un verdadero Poder Popular. Para eso,
el MAS desarticuló a lo que quedó de los Partidos Políticos de la izquierda
sobre la base de la tesis de las mulitudes de Antonio Negri, a los cuales
redujo a la condición de subalternización humillante, sin posibilidad de
ejercer sobre el modelo, la que fuera su visión como partidos revolucionarios. El
MAS se ha embolsillado a sindicatos, al Defensor del Pueblo, a algún segmento
de la APDH LP, autoridades universitarias, centros de estudiantes
universitarios, fracciones de partidos de izquierda que ahora son calificados
como los parias del movimiento servil al masismo, que los han catalogado como
enemigos del “proceso de Cambio”. Es cierto. Para regocijo de los masistas, la
COB ha dejado de ser la “máxima y única
organización representativa del proletariado, del campesinado, de las clases medias, de los intelectuales,
de los trabajadores de las ciudades y del campo y otros sectores populares y
oprimidos de nuestro país” como decía sus Estatutos Orgánicos: Ahora es
solo una organización social más como parte del CONALCAM, subnalternizada y
prebendalizada. Han mandado al tarro de la basura la “Independencia clasista”
de la COB y la han transformado en un apéndice inocuo del gobierno.
El nuevo Secretario Ejecutivo de a
nueva COB será posesionado, totalmente desideologizada
de la concepción clasista y revolucionaria, será aséptica, inocua, vergonzante
y servil. Es cierto: la clase trabajadora, no es revolucionaria por sí misma,
hasta puede ser verdugo de su propia clase. Solo alcanza a ser revolucionaria y
acaudillar la luchas de las mayorías populares, cuando cuenta y es parte de un partido revolucionario, cuando asume el
marxismo leninismo como ideología de los trabajadores, y como guía de su acción revolucionaria. Pero como
decía el camarada Nilo Soruco en la inmortal “Caraqueña”, “No hay mal que dure
cien años, ni pueblo que lo aguante”.
¡TRABAJADORES DE BOLIVIA. UNIOS!
¡POR NUESTRA CLASE Y POR NUESTRO
PUEBLO!
¡LA REBELION SE JUSTIFICA!
¡LA LUCHA CONTINUA!!
SECRETARIADO NACIONAL
PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA
(REVOLUCIONARIO)
La Paz, 23 de febrero de 2018.
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