sábado, 24 de febrero de 2018

EL CRIMEN DEL POPULISMO MASISTA CONTRA EL MOVIMIENTO OBRERO Y POPULAR



Antes que se enfriara la sangre derramada por los obreros en el Bosquecillo de Pura-Pura, la vanguardia obrera que había derrotado militarmente al ejército de la oligarquía minero feudal, sobre la base de la FSTMB, organizaba la CENTRAL OBRERA DE BOLIVIA. Las causas profundas de la COB, las debemos encontrar en el proceso de superación del modelo minero feudal que había hundido en la miseria al pueblo boliviano. Por su naturaleza, la COB, no era solo de carácter gremial puesto que no reflejaba los intereses solo de los trabajadores o de los trabajadores mineros especialmente, sino, como dice el Art. 1ero del Estatuto Orgánico, su objetivo era la defensa de los intereses de los trabajadores oprimidos y de los explotados del país, comprendiendo al proletariado nacional, al campesinado y a las organizaciones de trabajadores de la clase media. El inciso d) del Art. 4rto del Estatuto describía los fundamentos de la institución y decía que la COB no podía ni debía tener filiación político-partidista determinada, en defensa de los intereses de los trabajadores, sin desligarse de la lucha política que pudiera corresponder a sus intereses de clases. 

La Independencia de clase, ha sido una de las viejas aspiraciones de la COB, traída de la experiencia de las luchas de los sindicatos obreros, que ya fue incluida en la Tesis de Pulacayo de 8 de noviembre de 1946 que previó el dirigismo no solo de los partidos políticos tradicionales, sino de los propios gobiernos, como una verdadera “sífilis” “cuando se convierten en apéndices gubernamentales, pierden su libertad de acción y arrastran a las masas por el camino de la derrota” y declara guerra a muerte en contra del sindicalismo dirigido. Nosotros hemos visto que el peligro del sometimiento partidario del movimiento obrero, incluso más allá, a actuar en contra de los intereses históricos de las masas populares.

El movimiento obrero, no puede desarrollarse al margen de los problemas sociales del país, sino que todo lo contrario, no puede hacer otra cosa que reflejar los conflictos internos que se desarrollan al interior del Estado, puesto que vive sus consecuencias reflejadas en los salarios de los trabajadores y en la situación económica de otros sectores, los campesinos y la clase media. Por eso la COB, no ha sido ni será, a pesar de las intenciones del gobierno populista, un mero apéndice del partido gobernante. 

Cuando se estaba fundando la COB, en 17 de abril de 1952, las tendencias de izquierda debieron desarrollar verdaderas batallas en contra de la tendencia hegemónica del MNR para someter a la naciente COB, como un apéndice a su estructura de Poder, lo que llevó incluso a materializar el llamado “cogobierno” compuesto por miembros de la COB, en calidad de ministros. Este hecho, frenó la posibilidad de que el movimiento obrero pudiera contar con un instrumento que pudiera presionar en el gobierno momientista, obligándola no solo a cumplir con sus objetivos históricos, sino a evitar que se derechizara, como evidentemente ocurrió. El lechinismo y específicamente el MNR neutralizó las direcciones de la COB, las partidizó, impidiendo fortalecer el movimiento obrero y popular al margen de la férula del movimientismo y se quedó el niveles puramente teóricos y declarativos. De esa manera, se convirtió en un espectador pasivo en el proceso de degeneración de los postulados incorporados por los trabajadores, a pesar del lechinismo, en sus documentos fundamentales y con ello, el proceso que termino con la fase revolucionaria del MNR, hasta terminar el entreguismo más desvergonzado del neoliberalismo de manos del propio Víctor Paz en su etapa reaccionaria. 

Las viejas direcciones obreras clasistas y revolucionarios se terminaron con Simón Reyes, Edgar Ramírez y Oscar Salar y comenzaron la debacle con Víctor López, último baluarte del lechinismo. Pedro Montes, Juan Carlos Trujillo y Guido Mitma, fueron los que se prestaron a la tarea de socavar a la COB y reducirla a la condición de una organización social más, a la altura de cualquier sindicato cocalero. No olvidemos que el acto de traición al movimiento obrero, se comete en el XVI Congreso de Tupiza, en que, con la presencia de altos personeros del masismo, Juan Carlos Trujillo asume la Secretaría Ejecutiva y aprueba la Tesis Política que pone a la COB, al servicio del populismo masista. La COB, a partir de ese momento, mando al tacho la Tesis Socialista del IV Congreso de la COB de 5 de diciembre de 1963, despoja de sus objetivos políticos a la clases trabajadora, la deja de representar  y se transforma en una célula del masismo, al servicio del proyecto antinacional del indigenismo utilizado como máscara por los cocaleros del Chapare y la claque oficialista que se ha transformado en beneficiaria del “modelo” populista.

Las élites del Movimiento al Socialismo han diseñado un proyecto estratégico que busca perpetuarse en el Poder, supuestamente para completar las tareas de la “revolución democrática y cultural” que no ha podido arrancar durante los catorce años de gobierno y que por el contrario, ha llevado al país a un estado de ineficiencia en la administración del Estado, camuflado en el efectismo del proyecto  “Evo Cumple” que ha llevado canchitas a los cuatro puntos cardinales y se ha olvidado los requerimientos de la Juventud  que entra en el mercado de trabajo no encuentra fuentes de trabajo estables con sueltos dignos y que por la fuerza de las circunstancias, debe sumarse a la informalidad que inmunda las calles y plazas de nuestras ciudades. Las mujeres que van a abastecerse en los mercados, ven con espanto que la pretendida estabilidad económica, devora sus pobres ingresos a una velocidad apabullante y la gente que sale a las calles se encuentra con el escenario de los conflictos sociales cuya violencia muestra que la fementida estabilidad social, se cae a pedazos frente a la desesperación de multitudes que salen buscando ser escuchados en las calles, por un gobierno obnubilado por las “grandes concentraciones” de militantes obligados a acudir multitudinariamente a la entrega de infraestructuras innecesarias. 

 Las masas populares, es decir, los trabajadores, los obreros,  los estudiantes,  los universitarios, las amas de casa y demás sectores populares, han perdido la institución que levantaba su voz en nombre de las mayorías nacionales y que era capaz de interpelar al Estado. La COB, está dedicada a pavimentar el camino de Evo Morales para garantizar su permanencia por 500 años, con la misma terquedad con que Maduro, en Venezuela busca perpetuarse en el Poder sin avizorar el verdadero socialismo científico, aun a costa del hambre de su pueblo, del éxodo incentivado por la mano del Imperialismo, sin darse cuenta que a las puertas de ese pobre país, el Imperialismo y sus servidores de la derecha neoliberal y reaccionaria, están tocando las puertas de los cuarteles para reeditar la invasión y la masacre, como si no hubiéramos vivido ya, la invasión de panamá, Barbados o Chile. La COB, perdida su dignidad, repite sin entender, el argumento falaz de que la Sentencia Constitucional 048/2017, es legal y que está abierta las puertas para una nueva elección de Evo Morales y García Linera y que la Constitución Política del Estado, es papel mojado.

Toda la actividad del MAS con el pueblo, es decir, con las masas populares, está destinada a prebendalizarlas con el fin de conseguir respaldo masivo a su pretensión de perpetuación para seguir beneficiando a las diferentes facciones de la burguesía de nuestro pais . Con ese propósito, ha destruido los sindicatos de toda índole y las organizaciones sociales como los Juntas Vecinales  etc., las organizaciones de campesinos, las universidades, etc,. así como lo hizo con la COB, dividiéndolas, prebendalizandolas, corrompiéndolas con dádivas,  a fin de garantizar el ejercicio hegemónico del Poder, que no tiene nada que ver con un verdadero Poder Popular. Para eso, el MAS desarticuló a lo que quedó de los Partidos Políticos de la izquierda sobre la base de la tesis de las mulitudes de Antonio Negri, a los cuales redujo a la condición de subalternización humillante, sin posibilidad de ejercer sobre el modelo, la que fuera su visión como partidos revolucionarios. El MAS se ha embolsillado a sindicatos, al Defensor del Pueblo, a algún segmento de la APDH LP, autoridades universitarias, centros de estudiantes universitarios, fracciones de partidos de izquierda que ahora son calificados como los parias del movimiento servil al masismo, que los han catalogado como enemigos del “proceso de Cambio”. Es cierto. Para regocijo de los masistas, la COB ha dejado de ser la “máxima y única organización representativa del proletariado, del campesinado,  de las clases medias, de los intelectuales, de los trabajadores de las ciudades y del campo y otros sectores populares y oprimidos de nuestro país” como decía sus Estatutos Orgánicos: Ahora es solo una organización social más como parte del CONALCAM, subnalternizada y prebendalizada. Han mandado al tarro de la basura la “Independencia clasista” de la COB y la han transformado en un apéndice inocuo del gobierno. 

El nuevo Secretario Ejecutivo de a nueva COB será posesionado, totalmente  desideologizada de la concepción clasista y revolucionaria, será aséptica, inocua, vergonzante y servil. Es cierto: la clase trabajadora, no es revolucionaria por sí misma, hasta puede ser verdugo de su propia clase. Solo alcanza a ser revolucionaria y acaudillar la luchas de las mayorías populares, cuando cuenta y es parte de un  partido revolucionario, cuando asume el marxismo leninismo como ideología de los trabajadores, y  como guía de su acción revolucionaria. Pero como decía el camarada Nilo Soruco en la inmortal “Caraqueña”, “No hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo aguante”. 

¡TRABAJADORES DE BOLIVIA. UNIOS!
¡POR NUESTRA CLASE Y POR NUESTRO PUEBLO!
¡LA REBELION SE JUSTIFICA!
¡LA LUCHA CONTINUA!!

SECRETARIADO NACIONAL
PARTIDO COMUNISTA DE BOLIVIA (REVOLUCIONARIO)
La Paz, 23 de febrero de 2018.

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