El
triunfo electoral de Evo Morales, no fue ninguna sorpresa para nosotros: solo
las facciones de la burguesía y la pequeñoburguesa consideraban la posibilidad
de una segunda vuelta para derrotarlo, estableciendo de esta manera una línea
de la alternancia legal del ejercicio de poder político del masismo, y así continuar
con la reorganización estatal en los marcos de la Constitución Política de
Estado de 2009, sin que ninguna de esas facciones, hayan planteado claramente
un proyecto político estatal alternativo o sustitutivo al modelo de Estado
Plurinacional o de capitalismo andino. Esa falta de alternativa, fue una de las
razones por las que la mayoría de la ciudadanía, votó por la continuidad del
gobierno del MAS, como el mal menor ante
una disyuntiva del mal mayor, porque caso contrario habría significado el
retorno de las otras facciones de la burguesía neoliberal o la “centroderecha”,
para continuar con el modelo de capitalismo andino, aún sin ser los que lo
idearon.
Sin
duda alguna hay que reconocer que la coyuntura económica de los precios de
nuestra materia prima en el mercado capitalista, condicionaron el despliegue de
la reorganización del viejo Estado boliviano con una clara orientación
populista, refundándolo como Estado Plurinacional con régimen de autonomías y descentralización (aunque se trate de simples
autarquías) sobre la base del respeto a la libre determinación de los pueblos
indígena originario campesinos (aunque en realidad no se trata de la libre autodeterminación)
con un fuerte contenido etnoculturalista. La libre determinación de los pueblos
indígenas y originarios contenidos en el Art. 30 numeral 4 de la C.P.E., es una
experiencia administrativa del viejo Estado, que si bien refleja la voluntad
política de la Asamblea Constituyente, es el preanuncio de que el Estado
Plurinacional, podría sentar las bases para dar lugar en adelante a la
constitución de una Federación de Estados y regiones autónomas verdaderas.
Los
originario-campesinos, víctimas del colonialismo interno impuesto por la
“nación boliviana”, han encontrado un referente político sobre el reconocimiento
de sus derechos, principios, valores, reivindicaciones, saberes y conocimientos
ancestrales, en una nueva Constitución Política de Estado, en el contexto de la
reorganización estatal que lleva adelante el gobierno del MAS, aunque en la
práctica sean meras enunciaciones (por ejemplo, las autonomías indígenas, la
consulta previa, etc.). Sin embargo, el MAS de alguna u otra manera llegó a
expresar, sino la materialización de sus aspiraciones, por lo menos la garantía
de la intangibilidad de las enunciaciones de sus derechos en el texto
constitucional. Es cierto que en la lucha política en nuestro país, no hubo
ningún gobierno que pudiera haber expresado mejor tales intereses, aspiraciones
y reivindicaciones, aunque su materialización esté condicionado y subordinado a
los intereses corporativos, los cuales condicionan la continuidad del gobierno
masista, a cambio de la subalternizacion de los intereses nacionales y los
intereses de todos los bolivianos.
La
conformidad (que no es lo mismo que conformismo) de los amplios sectores de
campesinos con el gobierno del MAS, es también el resultado de un proyecto
prebendal desarrollado por el gobierno que supo desarrollar un sistema de
subordinación ilimitado de lealtades, cooptaciones, reclutamientos, y de
inclusión de la “la derecha” al modelo de capitalismo andino. El gobierno supo
llegar al campo con la ejecución de obras de infraestructura deportiva, viviendas,
alcantarillado, agua potable, energía eléctrica, caminos, sedes sociales,
dotación de vehículos, tractores, y de mas insumos agrícolas, (antes no había
sucedido algo similar con los anteriores gobiernos); sumando a ellas el pago de bonos, como el “Juancito Pinto”, la
Renta Dignidad (ex Bono Sol), etc. Por otro lado, el masismo, tuvo la
oportunidad de elegir los candidatos, si bien en la mayoría de los casos, por
encima de los mecanismos de democracia comunitaria y los usos y costumbres, a
personas salidas de las propias comunidades, ayllus, tentas y capitanías, lo
que no sucedía antes, porque las facciones de la burguesía lo hacían señorialmente
mediante pactos, acuerdos de cúpulas y
contubernios, cuyos “representantes”, a veces ni por asomo conocían la
comunidad o el ayllu de sus representados.
La
derecha más reaccionaria y anticomunista, que no ha podido librarse del
complejo de culpabilidad por el separatismo alentado desde la burguesía agroindustrial
y terrateniente del oriente boliviano, después de su frustrado plan de crear un
“estadillo de la media luna”, por la afinidad de intereses de clase con el
gobierno del MAS que viene materializando el desarrollo del capitalismo andino,
no tuvo otra alternativa que someterse a su estrategia electoral (al menos en
esta coyuntura), viabilizando un pacto entre las facciones de la burguesía
agroindustrial y terrateniente, y la burguesía financiera bancaria, con la
emergente burguesía encarnada por el gobierno del MAS.
El
discurso masista, hizo énfasis en la necesidad de preservar la unidad nacional
basada en su esquema indigenista, populista o plurinacional (aunque sea sin los
mestizos, dizque por carecer de identidad), lo que fue aceptada por las organizaciones
sociales de origen aimara y quechua, aunque el país se haya fragmentado artificialmente
en 36 naciones o nacionalidades. La unidad nacional, es una tarea democrático burguesa
para la edificación del Estado Nacional, que en el pasado fue frustrado por la claudicación
del nacionalismo revolucionario frente al Imperialismo Yanqui, y que luego
impuso el modelo neoliberal el año 1985. Nosotros sostenemos que la unidad nacional
solo será posible materializarla a partir de la desaparición de las diferencias
entre campo y ciudad, con el triunfo de una revolución democrática y
antiimperialista, del socialismo
científico como transición al comunismo. El gobierno del MAS persigue la continuidad de la reorganización
del viejo Estado burgués boliviano, y en este proceso pretende cumplir con las
tareas democrático burguesas, que no pudieron ser materializadas por el
nacionalismo revolucionario. Lo de la revolución democrático cultural, proceso
de cambio, socialismo comunitario, simplemente son slogans que encubren aquel
objetivo, que nada tiene que ver con la revolución, ni con el socialismo científico.
El
prebendalismo, el clientelismo electoral, las presiones ejercitadas a los
empleados públicos para hacer campaña y votar por el oficialismo, y así conservar sus
cargos, el uso los medios y recursos del aparato del viejo Estado; el transfugio, las cooptaciones de adversarios
políticos antiguos, el desmantelamiento prebendal
de los grupos de choque, la manipulación de los medios masivos de prensa, radio
y televisión, el servilismo del TSE,
etc., fueron practicas del MAS, como heredero de las viejas prácticas de los
viejos políticos de la clase dominante, y que por cierto le dieron buen rédito
electoral.
Es
posible, que como consecuencia de la falta de una oposición de izquierda, no
hubiera sido necesario recurrir a la manipulación de los resultados de las
elecciones; pero el MAS no quería simplemente ganar en elecciones, sino llegar
a dominar el parlamento con más de dos tercios, a fin de tener la posibilidad
de imponer su mayoría, para garantizar reformas a la C.P.E. (posiblemente para
legalizar la reelección indefinida del presidente de la República). No nos
desgarramos las vestiduras por la reelección, ni somos enemigos de ella, más
aun si ella fue inevitable y previsible, lo que nos preocupa es el manto de impunidad
con que se pretende tapar los errores, los escándalos de corrupción, el encubrimiento
de la ineptitud, las denuncias de negociados, las estructuras corruptas, la
tolerancia con el narcotráfico y el abuso o despilfarro en la disposición de
los recursos económicos del pueblo, la desinstitucionalización de los cargos
públicos, el nepotismo, el tráfico de influencias, la improvisación en la
designación y nombramiento para los cargos públicos, los interinatos en los
cargos públicos que llevan casi ochos años, etc.
Los
comunistas, no podemos cometer errores
de la vieja izquierda, supuestamente marxista, leninista y revolucionaria, aquella
que se dejó deglutir incondicionalmente por el masismo; y lo peor ni siquiera
por un plato de lentejas, renunciando vergonzosamente a su condición dizque
comunista. Tampoco podemos actuar como los reformistas, los revisionistas, los
“fierreros”, los “foquistas”, los que dicen ser “maoístas”, los autocalificados
“socialistas”, ex trotskistas, y etc. que forman parte o fueron cooptados por
el aparato del viejo Estado. Estos perdieron el valor (si es que alguna vez lo
tuvieron) por lo menos para criticar errores y desaciertos del gobierno, su silencio ovejuno, abyecto y pilatuno, mas que seguro, le hacen un gran favor al despliegue del capitalismo andino o “proceso de cambio”. Su silencio sepulcral y celestino, es
más que proverbial cuando el masismo reclutó a sus filas a la derecha más reaccionaria
y anticomunista, como la ADN, la Unión
Juvenil Cruceñista (pacto inédito de lobos y “corderos”) ¿es que ignoran acaso
que la derecha más reaccionaria y más anticomunista históricamente jamás olvida
sus intereses de clase y sus métodos? ¿Pretenden acaso olvidarse que la
derecha, bajo cualquiera de sus formas, tienen sus propios intereses y objetivos
de clase diametralmente contrarios a los intereses del pueblo, y que más
temprano que tarde utilizarán todos los medios, para recobrar totalmente sus
posiciones en el aparato del viejo Estado, incluso sobre sus cadáveres y del
propio MAS?
El
Imperialismo, principalmente el imperialismo yanqui, no es complaciente con los gobiernos que se niegan a
subordinarse incondicionalmente bajo su egida, no vacilará en aplastarlos cuando resulten
innecesarios o cuando las masas radicalizadas se desborden más allá de los
límites permitidos por la democracia liberal burguesa (lo cual es muy posible).
Habíamos pensado que los Golpes de Estado caducaron como herramientas del
Imperialismo. Guatemala nos devolvió a la realidad y posteriormente el Paraguay,
y si eso no basta, el Imperialismo puede acudir a su vasto arsenal para defender
sus intereses vitales, como lo viene haciendo en Siria, Irak, Palestina, Libia,
Afganistán, Ucrania, etc.; el imperialismo atiza guerras internas alimentadas
por cuestiones religiosas, culturales y raciales. Sin embargo, mientras en
Bolivia, los intereses del imperialismo,
de la burguesía agroindustrial y terrateniente no se vean afectados, no habrá
ningún riesgo de golpes, intervenciones o injerencia norteamericana, como
sucede en la actual coyuntura política.
El
MAS, consciente del peligro de la articulación de una oposición de izquierda,
capaz de disputarle el verdadero discurso revolucionario y antiimperialista
frente al falso discurso que siempre desarrolló, se apresuró a desbaratar al Partido de los
Trabajadores, aunque este haya nacido como un apéndice del sindicato. Nosotros siempre
consideramos que el PT, debía asumir la forma de un Frente Amplio, con un Programa
Mínimo articulador asumido por todos sus actores. No nos equivocamos, el mal
congénito del PT fue el Sindicato como su fundamento de concepción partidaria, luego
la práctica nos dio toda la razón, cuando la dirección traidora de la Central Obrera, de la Federación Sindical de
Trabajadores Mineros, de la Federación de Fabriles y otras, capitularon ante el
proyecto político del capitalismo andino. El anquilosado trotskismo (en todas
sus especies) petrificado en la insuperable querella de la revolución
permanente y el estalinismo, tampoco podía viabilizar el despliegue del PT. Nuestra
realidad, no es el de la gloriosa Revolución Rusa de 1917. La ausencia de un
nuevo liderazgo desde el campo popular, antiimperialista y revolucionario, mediante
un Frente o Partido, como una alternativa política de poder popular, forjado
desde las bases, capaz de enfrentar al masismo, a las otras facciones de la
burguesía y de la pequeñaburguesía, hicieron finalmente que el electorado
respalde la re-relección anticonstitucional de Evo Morales, aunque en los
hechos, sin duda alguna, se haya legitimado con el triunfo electoral (en el
buen concepto del Derecho burgués).
Muy
a pesar de la adversidad creada por el populismo, el reformismo y el
revisionismo para la organización, desarrollo y despliegue de un verdadero
proyecto político popular, antiimperialista, democrático y revolucionario, los comunistas
y revolucionarios, estamos convencidos de la necesidad histórica de un gran
Partido Comunista de nuevo tipo diferente a los viejos PCs apoltronados de
revisionismo y oportunismo, ahora en funciones de gobierno; debemos asumir el desafío de labrar un gran
Frente Popular de todos los trabajadores, campesinos, de todos los pobres del
campo y de las ciudades, de los intelectuales comprometidos con su pueblo y la
revolución; la coyuntura nos permite la posibilidad de organizarnos, y por ella
misma la lucha tiene un carácter democrático, de reivindicaciones sociales y
económicas populares (sin abandonar jamás nuestra estrategia revolucionaria por
una revolución democrática y socialista); la defensa de los derechos,
principios y valores de los pueblos indígenas; la lucha por la defensa de las
conquistas sociales, y todo lo logrado hasta ahora; la defensa de los recursos
naturales y de los intereses nacionales frente a las transnacionales y los
intereses corporativos privilegiados por el gobierno del MAS y su modelo de capitalismo
andino.
¡FRENTE
A LOS SINDICATOS PRO PATRONAL Y OFICIALISTA, Y EN CONTRA DE LOS DIRIGENTES
VENDIDOS Y CRUMIROS, FORMAR COMITÉS DE BASE SINDICAL!
¡LUCHAR
POR LA INDEPENDENCIA SINDICAL Y LA DEFENSA DEL FUERO SINDICAL!
¡RESCATAR
LA COB Y LA FSTMB DE MANOS DE LOS TRAIDORES A SU CLASE Y SU PUEBLO!
¡LUCHAR
POR UNA JUBILACION DEL CIEN POR CIEN PARA TODOS LOS TRABAJADORES SIN DISCRIMINACION ALGUNA!
¡LUCHAR
CONTRA LA EXPLOTACIÓN DE CAMPESINOS POR
LOS TERRATENIENTES!
¡EXPROPIACIÓN
Y REVERSIÓN DE TIERRAS DE LOS LATIFUNDISTAS PARA LOS CAMPESINOS SIN TIERRA!
¡DEMOCRATIZAR
LA TENENCIA DE TIERRAS ENTRE LAS TCOS Y LOS CAMPESINOS MINIFUNDIARIOS!
¡CONSTITUCIÓN
DE UNIDADES SOCIALES DE PRODUCCIÓN COMUNAL!
¡NACIONALIZACIÓN
DE LOS HIDROCARBUROS!
¡NACIONALIZACIÓN
DE LAS MINAS DE SAN CRISTÓBAL, COLQUIRI,
PORCO, COLQUIRI Y BOLÍVAR!
¡QUE
LAS COOPERATIVAS MINERAS PAGUEN IMPUESTOS, PORQUE EL PUEBLO BOLIVIANO ES EL
TITULAR DEL DERECHO ORIGINARIO DE LOS RECURSOS NATURALES!
¡CÁRCEL
PARA LOS CULPABLES DEL NEGOCIADO DE BARCAZAS CHINAS, PAPELBOL Y OTROS!
¡CÁRCEL
PARA VIOLADORES DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LAS FUERZAS ARMADAS, POLICIALES, Y
EN LA MARCHA INDÍGENA DEL TIPNIS!
¡BASTA
DE ADQUISICIONES DE BIENES POR EXCEPCIÓN!
¡ABAJO
LA CORPORATIVIZACIÓN DE LA POLÍTICA, POR SER CONTRARIO A LOS INTERESES
NACIONALES Y DE TODOS LOS BOLIVIANOS!
¡RESARCIMIENTO
ECONÓMICO DEL VIEJO ESTADO A LOS EX PERSEGUIDOS POLÍTICOS, DETENIDOS Y
TORTURADOS POR LUCHAR POR LA DEMOCRACIA Y LA LIBERACIÓN NACIONAL!
¡FUERA
LAS TROPAS BOLIVIANAS DE HAITÍ Y EL
CONGO, DESPLEGADAS POR LA ONU POR ORDEN DE EEUU!
¡RECONOCIMIENTO
DE BOLIVIA AL ESTADO DE PALESTINA!
¡MUERA
LA ESTRATEGIA IMPERIALISTA DE PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA!
¡VIVA
LA UNIDAD DE LOS COMUNISTAS Y REVOLUCIONARIOS!
¡MUERA
LA REACCION, EL IMPERIALISMO Y EL REVISIONISMO!
¡VIVA
EL MARXISMO LENINISMO!
¡LA
REBELION SE JUSTIFICA!
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