1.
El
22 de de enero, la nueva derecha y los “izquierdistas ingenuos” que no faltan y
creen que están apoyando un proceso revolucionario, mas la vieja derecha del
oriente boliviano (la burguesía agroindustrial y terrateniente, la mas
reaccionaria), festejarán juntos el aniversario del inicio de la reorganización
del viejo estado burgués boliviano bajo su nuevo ropaje como estado burgués
plurinacional, en medio de discursos de retorica antiimperialista,
revolucionarista pequeñoburgués y etc. En estos días, entre politiqueros de toda laya, cada vez se hace más
fácil cruzar “ríos de sangre” y abrazarse olvidando viejos rencores y agravios,
superando con creses aquel oprobioso abrazo
de Jaime Paz Zamora y el dictador Hugo Banzer (el primero, otro pequeñoburgués que
también decía ser izquierdista, revolucionario y antiimperialista que no tuvo
empacho alguno en abrazarse con su verdugo).
2.
Los
comunistas no tenemos nada que festejar por otro aniversario mas del Estado
burgués Plurinacional (que no es mas que el mismo viejo Estado burgués
boliviano, con su nuevo disfraz de Plurinacional), sino reafirmar nuestra
inquebrantable resolución para luchar por una revolución democrática que sin
lapso alguno nos conduzca a la gran revolución socialista, como transición a la
resplandeciente sociedad comunista. Y para ello, necesitamos de un verdadero
Partido Comunista bajo la guía de los grandes maestros de la revolución
proletaria mundial, como verdadera organización consiente de los trabajadores y
de nuestro pueblo, convencidos que históricamente sin el, es inconcebible la
destrucción del viejo orden burgués para sustituirlo por un nuevo orden.
Históricamente jamás es posible una revolución pacífica.
3.
Incansablemente,
hemos señalado que en la presente coyuntura de la reorganización del viejo Estado
burgués boliviano, es necesario construir desde el campo popular un proyecto
político democrático popular y antiimperialista, un instrumento de lucha de los
trabajadores y de nuestro pueblo, como el único camino para hacer frente al
proyecto político del MAS que consiste fundamentalmente en reorganizar el
Estado burgués boliviano sobre la base del respeto y defensa de las relaciones
sociales de producción capitalista, a las que subordina a otras relaciones
sociales de producción de carácter precapitalista, denominándolas constitucionalmente,
como “modelo de economía plural” dizque en transición al socialismo (en
realidad socialismo burgués disponiendo los ahorros de los trabajadores en las
AFPspara dárselos en préstamo a la burguesía agroindustrial terrateniente del
Oriente boliviano).
4.
En
su momento afirmamos que la reorganización del viejo Estado burgués boliviano
en crisis, se realizaba en medio de la descomposición, degeneración y
decadencia de carácter ético moral y alejada de los supuestos principios y
valores consagradas en la nueva Constitución Política, que en los hechos
reproduce de la peor manera las prácticas de los politiqueros de los anteriores
gobiernos neoliberales. Lo más grave es que el gobierno utiliza demagógicamente
el discurso revolucionario y antiimperialista utilizando iconos de los grandes
revolucionarios del proletariado mundial, como Marx, Lenin, Mao, e incluso del
Che Guevara, con el propósito de encandilar y engañar a los trabajadores y a
nuestro pueblo de que el gobierno del “proceso de cambio” es revolucionario y
socialista, al grado que intelectuales de pacotilla de la pequeña burguesía que
antaño se caracterizaban por su verborrea revolucionarista, se encargan de
embardunar con absurdas teorías pro burguesas la reorganización del viejo
estado burgués boliviano ahora plurinacional, como si con la nueva Constitución
emergente de una Asamblea Constituyente derivada se habría consumado el asalto
del cielo. Revolución llaman a todo aquello o Socialismo del Siglo XXI y demas
dislates reaccionarios.
Sin embargo
los hechos demuestran todo lo contrario, el gobierno y sus teóricos de
pacotilla comprenden al socialismo como la distribución de los recursos de los
trabajadores a favor de la burguesía agroindustrial terrateniente del Oriente
boliviano. No faltan ingenuos de la
“izquierda” que todavía tienen el
tupé de justificar y defender estas
medidas antiobreras y antipopulares. En suma defienden a la burguesía y no así
a los trabajadores, que además están condenados a percibir una jubilación
miserable, porque el “gobierno revolucionario” se niega a restituir el aporte
tripartido (estatal, patronal y de los trabajadores para una digna jubilación).
5.
La
nueva burguesía aliada con la vieja burguesía, la nueva oligarquía
plurinacional, los nuevos ricos y millonarios, los que se beneficiaron con
recursos económicos del Fondo Indígena y de otros escándalos denunciados en los
medios de comunicación, los que usufructúan la función pública en beneficio
propio, los que se beneficiaran con los recursos de los trabajadores, los que
se beneficiaron con la Sentencia Constitucional que permite el despido de los
trabajadores, los ideólogos de la pequeñaburgesia del Socialismo del Siglo XXI y etc., son quienes tienen
el derecho de festejar el aniversario del otro aniversario del Estado burgués plurinacional. Los trabajadores y nuestro pueblo, los pobres del campo y de las
ciudades, los humildes y marginados, la juventud profesional sin fuentes de
empleo, los desocupados, los revolucionarios, los comunistas y etc. no tienen
nada que festejar, sino reafirmar la lucha clasista por una revolución
democrática que sin lapso alguno nos
conduzca a la revolución socialista como transición a la resplandeciente
sociedad comunista. Esa es la línea revolucionaria continuar la lucha clasista
y revolucionario por un nuevo Estado, una nueva República democrática o popular.
¡VIVA EL CENTENARIO DE LA GRAN
REVOLUCION DE OCTUBRE!
¡MUERA EL IMPERIALISMO, LA REACCION Y
EL REVISIONISMO!
¡ABAJO EL ESTADO BURGUES
PLURINACIONAL!
¡ABAJO LA NUEVA DERECHA Y LA VIEJA
DERECHA!
¡POR NUESTRA CLASE Y NUESTRO PUEBLO,
LA REBELION SE JUSTIFICA!
p.
Secretariado Nacional
Partido Comunista de Bolivia (R)
No hay comentarios:
Publicar un comentario